Se hizo famosa por ser la hermana del "Indio" Solari pero ya pisa fuerte en las pasarelas del exterior

Liz Solari comenzó en el modelaje hace cinco años cuando Pancho Dotto la descubrió en un "scouting". Ahora, esta rubia de carácter fuerte y ojos celeste muy profundos, ya forjó un nombre propio en el mundo de la moda y dejó de ser la hermana top model del ex jugador de River. Instalada en Nueva York con su novio, la "indiecita" sabe bien lo que quiere: "Lograr una carrera a nivel internacional".

Por Canal26

Domingo 29 de Enero de 2006 - 00:00

 


Liz comenzó su carrera a los 17 años cuando Pancho Dotto la descubrió en el scouting. Tiene ojos celestes muy profundos, es rubia, dueña de una nariz pequeña, algo chata, y una boquita de puchero Ahora, con sólo 22, ya forjó un nombre propio en el mundo de la moda y ya no se la conoce por ser la hermana top model del ex jugador de River, Santiago Indiecito Solari o la hija de un DT (Eduardo, ex del juvenil de Barranquilla de Colombia).



Está viviendo en Nueva York desde hace varios años porque decidió hacer una carrera internacional, a la que no muchas se animan porque sufren el desarraigo. Pero ella tomó la decisión al pensar en los beneficios: “No parás un minuto y todo tiene mucho vértigo. Siento la necesidad de desarrollarme en mi profesión a nivel mundial. La verdad es que cada viaje que emprendo lo encaro así, con garra y feliz”, explica a la Revista Luz. 


Si bien ahora todo es color de rosas, la modela acepta que al comienzo no fue así: “Mi primera noche en Milán no fue fácil, lo reconozco. Compartía el departamento con otra modelo, pero extrañaba horrores a mi familia, mi mamá me llamaba y me preguntaba si había comido, si descansaba, y yo contenía el llanto porque me moría si la hacía sufrir...” Pero ella tiene un motivo especial para no sentirse sola.

 

 

Es que está conviviendo con Diego Balut, hijo de Teresa Calandra, en Nueva York. Con él no solo comparte el amor sino también la pasión por el modelaje. “si bien nos llevamos bárbaro, yo soy Géminis y él es Escorpio. Obvio que no todo es color de rosa, lo importante es saber sobrellevar nuestras pequeñas diferencias. Sin embargo, no hay grandes problemas, nos llevamos bien, de verdad. Es más, si nos conocés, se nota”, explica.


Lejos de las guerras de las vedettes y de las modelos que se mueren por abrir o cerrar desfiles Liz dice que en el extranjero es “otra clase de competencia” porque “medís fuerzas con rusas, alemanas, brasileras, altísimas y divinas. Igual cada una se concentra en lo suyo, yo no me mato por destacarme, yo trabajo, como mi familia, donde todos somos laburantes”