Una misteriosa muerte en Perú y la vinculación con el caso Dalmasso
La empresaria peruana Myriam Fefer Salleres fue asesinada por un sicario que fue sindicado como el posible asesino de Nora. La justicia investiga a su hija Eva y a su pareja, Liliana. Ver galería de fotos.
Por Canal26
Jueves 20 de Agosto de 2009 - 00:00
La muerte de la empresaria peruana, Myriam Fefer Salleres generó una verdadera polémica en su país y la vinculación con el crimen de Nora Dalmasso.
Por el asesinato de Myriam fue detenido el sicario colombiano Alejandro Hugo Trujillo Ospina, luego de extorsionar a un funcionario local a quien le exigió dinero para no asesinarlo. Tras el arresto, el colombiano quedó implicado en la muerte de Norita.
Tres años después de ambos crímenes, los investigadores creen que Trujillo Ospina, que ofrecía sus servicios de asesino por internet, fue quien mató a las dos mujeres. Actualmente está preso en Salta gracias a que las autoridades le tendieron una trampa cuando iba tras una nueva víctima: el abogado Arturo van Cawlaert, sobrino del Ministro de Educación.
Días después, se negó la vinculación con la muerte de Norita porque se dijo que el colombiano habría ingresado a la Argentina al menos un año después del asesinato ocurrido en el Country Villa Golf de la ciudad cordobesa de Río Cuarto, según un informe preliminar entregado por Interpol al fiscal del caso.
A pesar de esto, los investigadores estiman que el sujeto, detenido en Salta por "extorsión", pudo haber entrado al país con al menos otros dos nombres, que podrían ser los de sus hermanos, David y Felipe. Por eso, el fiscal Javier Di Santo aguardará un informe más profundo de la Interpol y Migraciones, que permita conocer si el sicario colombiano estuvo en Córdoba hacia fines de noviembre de 2006.
Alejandro Trujillo Ospina nació en Manizales, Colombia y tiene 33 años. Su prontuario incluye órdenes de captura por extorsión, aportación ilegal de armas de fuego y hurto. Sin embargo, el hombre logró viajar usando documentos de sus tres hermanos.
La hipótesis de los investigadores del crimen de Myriam afirma que quien mando a matar a la mujer fue su hija, Eva Bracamonte, para quedarse con la fortuna valuada en tres millones de dólares y disfrutarlos con su pareja, Liliana Castro Mannarelli.
Incluso, algunos indicios la comprometen. Se sabe que el asesino se robó el celular de su mamá e hizo una llamada minutos después del crimen, al de Eva; desapareció la computadora de la residencia; y su hermano afirmó públicamente: "No puedo jurar la inocencia de mi hermana".
Por otra parte, se muestran coincidencias con el caso de Dalmasso, quien fue asesinada ahorcada con el cinturón de la bata de dormir. El viudo, Marcelo Macarrón, imputado en el crimen, pidió que se realice la prueba en los restos de su mujer.
Además, según una investigación realizada por la revista colombiana Semana, Alejandro Trujillo Ospina no salió del país. En cambio, sus hermanos Hugo Armando y David Fernando -o Alejandro haciéndose pasar por ellos- salieron con destino a Guatemala, San José, Caracas, Ciudad de México y Quito, entre 2006 y 2007.
¿CRIMEN POR ENCARGO?
Esta semana se informó que en 15 días se sabrá suerte de Eva. El juez Alfonzo Carlos Payano Barona del 17º Juzgado Penal de Lima calificará la denuncia fiscal presentada contra la joven por el delito de Parricidio en agravio de su madre. De igual forma, la denuncia contra Liliana, ahora ex pareja, y a Alejandro y/o Armando Trujillo Ospina, por el cargo de homicidio calificado de la empresaria judía, ocurrido en el año 2006.
El magistrado deberá resolver si existe o no merito para abrir proceso penal y, en caso darse la primera posibilidad, determinar las medidas coercitivas o de detención para los implicados en este sonado caso.