Un museo a cielo abierto: estos son los barrios de CABA con más casas históricas

En medio de la modernidad, edificios que buscan emular a rascacielos de Nueva York, hay rincones de la Ciudad de Buenos Aires que aún conservar la esencia del ayer y te invitan a viajar al pasado.
De los 48 barrios que forman a CABA, hay un ranking muy particular que solo unos pocos tienen el placer de formar parte: quiénes son los que más construcciones antiguas cuidan entre sus calles.

Los barrios con más casas históricas
Es lógico pensar en San Telmo, Montserrat, San Nicolás y Constitución, ya que son los más antiguos. Uno con sus típicas construcciones coloniales y calles adoquinadas, otro con edificios emblemáticos como la Manzana de las Luces y aquel que combina arquitectura ferroviaria con viviendas populares de principios del siglo XX.
Pero no son los únicos, a continuación el ranking:
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- San Telmo, Montserrat, San Nicolás, Constitución y Puerto Madero
- Forman parte de la Comuna 1 y reúnen más de 2350 registros, ya que concentran el núcleo fundacional de la ciudad, con casonas coloniales, iglesias centenarias, edificios públicos históricos y calles adoquinadas.
- Barracas, La Boca, Nueva Pompeya y Parque Patricios
Parte de la Comuna 4 suma 1188 registros entre parcelas y edificios protegidos o catalogados preventivamente. En La Boca y Barracas están los famosos conventillos, viviendas de chapa, fábricas reconvertidas y arquitectura popular con fuerte identidad cultural.
- Balvanera y San Cristóbal
La Comuna 3 se destaca por sus 835 registros totales. Edificios de renta de principios del siglo XX, pasajes residenciales y una alta densidad edilicia con valor patrimonial.
- Recoleta
Con 576 registros totales, incluye palacetes, edificios neoclásicos y el patrimonio funerario del Cementerio de la Recoleta, uno de los más relevantes de América Latina.
- Palermo
- Cuenta con 630 registros, que se desglosan en 74 parcelas y 556 edificios.

La casa más antigua de Buenos Aires
Hoy San Telmo es sinónimo de turismo, de casas antiguas y de calles empedradas que guardan celosas los eventos más destacados que se sucedieron desde la creación del Virreinato del Río de la Plata. Es por eso, que no es de extrañar, que allí se encuentre la casa con más años. La misma, levantada en 1730, es hoy un restaurante que logra una mezcla impensada: turistas conviviendo con una historia trágica que revive cada vez.

Llamada la Antigua Tasca de Cuchilleros y ubicada en calle Carlos Calvo 319, sus paredes se levantaron con ladrillos cocidos y unidos con paja y barro. Sus tirantes de quebracho sostienen el techo de tejas de ladrillo, convirtiéndola en una pintoresca casa de época con un toque distintivo.
El ingreso al salón principal es por el lateral que también lleva al patio de la residencia. Su estructura y actual color blanco recuerdan al Cabildo, que se ubica en la Plaza de Mayo. Sus muros aún recuerdan una triste historia que el paso del tiempo no puede borrar.

La tragedia de la casa
Uno de sus dueños a lo largo del tiempo fue el sargento de la Mazorca, Nicolás Oliden, durante el siglo XIX vivía allí con su familia. La Mazorca era la organización parapolicial argentina que actuó en la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, entre 1835 y 1852.
Uno de los miembros de losOliden era Margarita, hija de Oliden, quien debía casarse con el jefe de los mazorqueros,Ciriaco Cuitiño. Sin embargo, ella se negaba porque su corazón ya tenía dueño: el gaucho y payador Juan de la Cruz Cuello, hijo de un sargento federal que respondía a las órdenes del entonces gobernador de Mendoza, Félix Aldao.
A Margarita no le quedó otra opción que escapar de su destino y huir de la casona de San Telmo. Primero fue encerrada hasta que llegara el día del casamiento, pero logró escapar por un pozo que conducía a uno de los viejos túneles de contrabando locales, hasta llegar a la parroquia San Pedro Telmo. Sobre lo que pasó después hay dos versiones que nunca pudieron confirmarse.

Primero dicen que al salir del túnel, Margarita fue sorprendida por su padre, quien la fusiló en el lugar. Otra que llegó a reunirse con Juan Cruz y que los dos pudieron escapar, solo que a mitad del tramo, Cuitiño los alcanzó y tras una disputa armada, una bala mal direccionada impactó en ella, provocándole la muerte.
Dice que los rosales nunca más florecieron, años después hoy la casa que fue testigo de un amor trunco se convirtió en un restaurante para mantener viva la memoria de Margarita.


















