El irlandés bastardo de un rey que trajo la Navidad a Buenos Aires: armó el primer arbolito y su asesinato es un misterio
Llegó por las Invasiones Inglesas y decidió quedarse, socio de Guillermo Brown fue pionero en instaurar la costumbre de cada 8 de diciembre. ¿Cómo lucía?

Las Invasiones Inglesas de 1806 y 1807 fueron uno de los hechos más trascendentales que vivió la Buenos Aires colonial. Con una tropa británica derrotada, varios de aquellos soldados decidieron quedarse en el Río de la Plata y emprender una nueva aventura a kilómetros de sus tierras y colaborar en los cimientos de una Argentina que estaba lejos de ser lo que es hoy.
Uno de ellos fue Michael Hines, o Hynes dependiendo la traducción, quien optó por no abandonar nunca más este lugar. Su decisión, tal vez, llegó tras el agradecimiento con la familia Terrada que lo auxilió y curó de una herida de bala en una pierna. Como si se tratara de un cuento, su historia también se entrecruza con la familia británica y un símbolo navideño como el arbolito.

Aquella lejana Irlanda
Hines nació el 4 de mayo de 1790 en Irlanda, desde muy joven se enroló en el ejército británico. Pero su historia “lado B” afirma que su padre no era más ni menos que el Rey Jorge IV de Inglaterra.
El relato más fidedigno asegura que fue fruto de una relación que el monarca, conocido por su extenso historial amoroso, mantuvo con una católica irlandesa.
Tras dar a luz, la mujer le confió a la familia Hines de Dublín a su pequeño para que se haga cargo. Se dice que sus padres se casaron en secreto, pero al ser su madre católica la unión fue anulada y él terminó casándose con Carolina de Brunswick.

Amor porteño
Michael optó por viajar al Río de la Plata en 1807, pero luego de la rendición de su ejército y de ser curado decidió quedarse con su amigo Guillermo Brown con quien también se hizo socio.
Compraron tierras en Colonia de Sacramento para la explotación agropecuaria y la industria saladera. Aquí también inició una familia, se casó con la uruguaya María González con quien tuvo seis hijos.
La primera Navidad iluminada
Fue Pastor Obligado en “Tradiciones argentinas” quien reveló que, en la casa de los Hines ubicada cerca de la Manzana de las Luces, un 24 de diciembre de 1828 los vecinos se acercaron a su hogar para observar “un resplandor que salía de allí”.
Se trataba del primer árbol de Navidad en el Río de la Plata, adornado por velas y otros adornos.
A miles de kilómetros estaba la familia real, aquella que decidió nunca reclamarle nada y seguir con su vida aquí. A pesar de ello si le reveló sus orígenes a una de sus hijas, Josefa.

Un crimen y un misterio
Para 1843, llegó a Colonia una fragata inglesa. El 19 de agosto Hines fue asesinado a puñaladas en uno de los campos que tenía en esas tierras. En un primer momento se vinculó el crimen a partidarios de Manuel Oribe y por los lazos políticos de la familia del irlandés se encontraron a los supuestos culpables y se los fusiló casi sin investigación.
Lo cierto es que la fragata dejó las costas rioplatenses y nunca se investigó un posible vínculo con el despiadado asesinato.
Los restos de Hines fueron sepultados en el cementerio de Colonia. Casi dos siglos después su historia real, navideña y de soldado herido aún resuenan entre las calles de Buenos Aires.


















