Una vivencia personal de Gardel poco conocida: así nació “Por una cabeza”, el tango que conmovió al mundo
Este jueves 11 de diciembre se celebra el Día del Tango, una oportunidad para conocer más sobre este género y el hombre que lo llevó a lo más alto. Curiosidades y secretos de su obra más famosa.

Este jueves 11 de diciembre se celebra el Día del Tango en conmemoración al nacimiento de su máximo exponente, Carlos Gardel. Entre sus grandes clásicos se encuentra Por una Cabeza, autoría suya y de Alfredo Le Pera, que trascendió la barrera del idioma y llegó a lugares impensados. Una canción que emociona y que guarda una curiosa historia sobre su creación.
Esta canción fue tan famosa que fue interpretada y versionada en películas, series, y espectáculos teatrales, como el recordado baile de Al Pacino en Perfume de Mujer.
La historia de Por una cabeza
Gardel y Le Pera eran apostadores natos y fue el Hipódromo donde hallaron la inspiración para este tema icónico. La letra compara el vértigo de las apuestas con el amor, si no que está basada en una experiencia muy personal de Gardel: en una apuesta de carreras, el cantante perdió su dinero porque su caballo favorito fue superado “por una cabeza” en el último tramo.
Cuenta el músico Terig Tucci que sonó el teléfono de su casa a las 3 de la mañana. Era la voz de Gardel que le decía: “Che, viejo, acabo de encontrar una melodía macanuda para el tango Por una cabeza” y agrega: “No sé si sería porque todavía no me había despertado del todo, que al oír por teléfono el fruto de su inspiración, ni la melodía ni la letra me hicieron mucha impresión; así se lo dije. Algo amoscado, Gardel me contestó con ironía: ‘Mirá, Beethoven, vos te quedás con tus corcheas y semifusas; pero no te metas conmigo en asuntos de matungos”.

“Me causó gracia la comparación beethoveniana y comprendí que nadie como él –carrerista empedernido– podía hablar con más autoridad de temas hípicos; nadie como él podía conocer la emoción del jugador de ver a su caballo llegar victorioso al disco, ni sentir el desaliento de verlo flaquear en el momento mismo en que un supremo esfuerzo lo hubiese colocado en la categoría de ganador”, comentó.
Las confesiones de Gardel
El Zorzal criollo le había confesado a un periodista que no sabía música y que componía de oído: “Las aprendo de memoria. Ensayo mucho para no olvidarme. He cantado más de dos mil cosas… No me interesan los tangos de los grandes maestros. El buen tango lo improvisa el hombre de la pampa. No son los poetas quienes lo escriben. Así es como nace un tango. Ellos me lo dicen, me lo hago pasar, luego a la guitarra y ya lo canto. Por eso mis canciones tienen tanto de popular. Son del pueblo. Pongo en ellas el alma de mi Argentina”.

En otra entrevista contó: “Cuando tengo que componer un vals o un tango, la primera cosa que hago es compenetrarme bien de la situación, de los motivos que dan impulso a la acción, y de ellos procuro sacar el grado de sentimiento o alegría que debe inspirar la canción. Sin pensar en las palabras, comienzo a tararear a media voz hasta que doy con la melodía apropiada para la ocasión. Llamo entonces a mi amigo y compañero Alfredo Le Pera y con su ayuda y la del pianista, inmediatamente compongo la melodía definitiva y la letra”.
Tango Bar fue su película póstuma. Fue estrenada el 5 de julio de 1935, en Nueva York, pocos días después del accidente que le costó la vida a Gardel. En Buenos Aires el estreno fue el 22 de agosto de 1935.
Su última participación en cine fue en The big Broadcast of 1936, un filme donde la Paramount promocionaría sus grandes estrellas. Allí compartiría cartel con Bing Crosby y los Niños Cantores de Viena.


















