Los secretos de la tumba de Carlos Gardel en la Chacarita: el detalle de la escultura y el ritual que se repite
El “morocho del Abasto” fue el máximo exponente de este género en el mundo. Si bien su vida estuvo plagada de capítulos interesantes, algunos sacados de una película, es de destacar el detalle de lo que pasó cuando murió: el escandaloso traslado de su cuerpo de Medellín a Buenos Aires.

Carlos Gardel murió el 24 de junio de 1935 en un fatídico accidente aéreo en Colombia y su cuerpo enterrado en el cementerio de San Pedro, en Medellín. Desde ese momento, el destino de sus restos serían protagonistas de un vergonzoso manejo que incluyó casi 50 días y 5 países.

El último deseo
Cuando países como Estados Unidos, Uruguay y Argentina se disputaban dónde debía ser el último lugar de descanso de Gardel, Armando Defino, el apoderado del cantor, llamó a la madre del músico, doña Berta y contestó:
“Mi hijo debe ser enterrado en Buenos Aires, él hubiera querido descansar allí”
Despejada la duda, se puso en marcha la operación para traer el ataúd desde Colombia a la Argentina. Debido a que su muerte fue a causa de un viaje en avión, este no era una opción. Por ello, el periplo de 48 días y 18.000 kilómetros se completó en tren, camión, lomo de mula y barco. Los lugares visitados fueron Panamá, Nueva York, Río de Janeiro y Brasil.

El cuerpo de Gardel fue embarcado el 17 de enero en el vapor Pan American, que protagonizó la última etapa del viaje: 11.000 kilómetros hasta la Argentina, con escalas en Río de Janeiro, Brasil, y en Montevideo, Uruguay. Llegó el 5 de febrero al puerto de Buenos Aires, siendo recibido por 40.000 personas.
Desde allí, una carroza fúnebre llevó el féretro hacia el Luna Park, que albergó la capilla ardiente. Tras una noche completa de ceremonia, el cortejo partió en la mañana del 6 de febrero hacia el cementerio de la Chacarita y fue sepultado en el Panteón de los Artistas.
La tumba de Gardel
En 1937 el cuerpo fue exhumado nuevamente para ser trasladado unos metros hacia otro mausoleo que tiene en su entrada una estatua del Zorzal, realizada por Manuel Alejandro de Llano, lo muestra un 20% más grande que en la vida real, de smoking y con esa sonrisa icónica.
A su lado, una figura femenina sostiene una lira rota: símbolo de la pérdida irreparable para la música. Algunos dicen que es Euterpe, la musa griega de la inspiración musical.

El mausoleo es de mármol blanco, bronce patinado y cuenta con detalles art déco, en su interior guarda los restos no solo del cantante, también de Berta, su madre. Desde 2006 es Sepulcro Histórico Nacional, el primero otorgado a un artista popular.
La Fundación Internacional Carlos Gardel cuida y preserva este lugar sagrado. En 2019, una gran restauración puso en valor los bronces, mantuvo sus pátinas originales y sumó una cámara en vivo y una audioguía bilingüe para que el mundo entero pueda visitarlo.
Cada 24 de junio y 11 de diciembre, el ritual se repite desde hace 89 años: canciones, anécdotas y un cigarrillo encendido entre los dedos del Zorzal Criollo, símbolo de amistad y compañía. De ahí nace la frase: “Andá a cantarle a Gardel”.
Por qué Carlos Gardel decidió ser argentino
Para el año 1920, el Dúo Gardel-Razzano estaba en pleno apogeo y buscaban acaparar el mercado internacional, probando suerte en España, primero, y luego en Francia. Para ese momento, Gardel no había tenido la necesidad de un documento que le permitiera salir del país y su irregular documentación solo le permitía viajar a naciones limítrofes. Entonces algo debía cambiar.
Antes de solicitar el pasaporte se requería un certificado de buena conducta jurídica, algo que a Gardel se lo negarían debido a que en su juventud había cometido pequeños delitos. Para resolver esta situación se registró en el consulado uruguayo, declarando que había nacido en Tacuarembó y que tenía tres años más, usando su nombre artístico para oficializar su identidad. De esta formo pudo obtener una cédula argentina en 1920 y finalmente nacionalizarse argentino en 1923.

Los investigadores, Juan Carlos Esteban, Georges Galopa y Monique Ruffié, encontraron que el nombre real de ‘Carlitos’ era Charles Romuald Gardes y había nacido el 11 de diciembre de 1890 en Toulouse, Francia.
“Después de diez años de recabar documentación y entrevistas en los tres países, un grupo de investigadores dio con la partida de nacimiento de ‘El Zorzal Criollo’ y lo publicó en este libro", anotaron los autores.
De acuerdo con su relato, el icónico intérprete de tango arribó a la Argentina con su madre, Berthe Gardes, cuando tenía dos años y tres meses. La mujer había sido expulsada de Francia por ser madre soltera. Por otro lado, encontraron que su padre, Paul Jean Lassere, fue un francés que tuvo otros hijos naturales y pasó gran parte de su vida en prisión.

















