*Por Sebastián Dumont
La definición de “movimientos tectónicos” nos lleva a la siguiente conclusión: se trata de las fuerzas que provienen del interior de la tierra y actúan construyendo y destruyendo las grandes formas de relieve. Por estas horas, la politica argentina vive sus propias medidas telúricas. Aparecen como pequeñas acciones, pero van conformando un escenario futuro donde la morfología de cada uno de los sectores está destinada a presentar características diferentes. Sucede en el oficialismo y en la oposición. Lo que es hoy ya no será mañana. Lo descripto la semana pasada en este mismo espacio sobre la caída de la verticalidad y la proyección de la horizontalidad ha dado nuevas muestras.
El sábado está previsto que Máximo Kirchner asuma como presidente del PJ bonaerense. Los mandatos actuales de Gustavo Menéndez y Fernando Gray finalizan el día 20. El acto se hará en San Vicente, al margen de un episodio judicial muy importante. El martes por la noche la Cámara Nacional Electoral, a donde había ido a reclamar el alcalde de Esteban Echeverría envió un guiño inédito. La justicia entiende que lo sucedido hasta aquí puede configurar un serio riesgo institucional. Por eso le pide a la Corte que defina. El fallo que eleva el reclamo a la Suprema Corte de Justicia - hoy en clara tensión con el gobierno - fue firmado por el juez de Cámara, Daniel Bejas, Alberto Dalla Vía, Santiago Corcuera y el secretario Hernán Goncalves Figueiredo. Muchos se sorprendieron por la firma del Dr. Bejas, el más nuevo de la sala que ingresó de la mano del Jefe de Gabinete Juan Manzur. ¿Es para sorprenderse? Quizá no tanto. Los aires políticos van cambiando. Pero además hay que seguir de cerca las acciones del tucumano, que hoy con perfil más bajo, teje con gobernadores e intendentes del conurbano para que el peronismo tenga una opción que no dependa sólo de los deseos de Cristina Kirchner. Y hasta del propio Alberto Fernández.
Semanas atrás, en un sugestiva foto en tierras de Gray se mostraron el intendente, Manzur y Matías Kulfas con serruchos en la mano. El periodista Roberto García titulo la imagen como “los serruchadores”. La utilización de la herramienta no se detiene. Por ahora, con pequeños movimientos. Pero efectivos.
El Peronismo bonaerense reunió este miércoles al congreso provincial para validar la toma de posesión del Diputado Kirchner en el partido justicialista bonaerense. Pero para Máximo la situación es compleja. Si no lo hace, será interpretado como una situación de debilidad. Aún a riesgo de tener que dar todo marcha atrás si los cortesanos se expiden en linea con la presentación de Gray. Otro detalle es la puja por los PJ locales. Allí también los mandatos vencen el 20 de diciembre, pero se decidió patear la pelota para el año que viene. Pueden caer en la misma lógica que la presidencia provincial.
El actual titular del Peronismo bonaerense es Gustavo Menéndez quien acaba de enviar una señal muy importante en cuenta a donde se ha parado en el tablero internacional. El alcalde, ahora de licencia, viajó a Washington para cerrar un acuerdo para Merlo con la OEA. Pero el mensaje va más de los territorial. En la foto que él mismo decidió hacer llegar a los medios se muestra con Luis Almagro, el titular del organismo y el argentino Gustavo Cinosi, mano derecha del diplomático Uruguayo. Está claro que ambos no son del agrado de Alberto Fernández y tampoco de Cristina Kirchner. Aunque Cinosi supo estar muy cerca de Carlos Zannini, hoy en un habitué de tertulias con Juan Manzur. Como diría Cristina Kirchner, todo tiene que ver con todo. Algo se está moviendo.
La legislatura bonaerense, para mirar de cerca.
Axel Kicillof decidió mover su gabinete una vez más. Clara demostración que la sensación de victoria es solo eso. La pérdida de votos para el oficialismo está pasando facturas. Del gabinete conformado con el 90 por ciento de los propios, hoy esa realidad no existe para el gobernador. Tuvo que ceder ante el poder territorial de los intendentes y la influencia de Sergio Massa en la coalición. La legislatura tendrá que aprobar una nueva ley de ministerios donde se creará, por ejemplo, el de Transporte. Allí irá Jorge D´Onofrio, ex senador y ex diputado con amplia experiencia en la provincia de Buenos Aires. Es muy cercano a Massa de siempre. Con este paso, el presidente de la Cámara de Diputados termina de certificar que casi todo lo que se mueve en la Argentina está bajo su órbita: El ministerio de transporte nacional, los ferrocarriles, la Hidrovía y ahora la cartera bonaerense. Le faltaría lo aéreo, aún bajo la tutela de La Cámpora. Pero allí prevalece la buena sintonía entre Massa y Máximo Kirchner.
Pero el dato político más relevante, que implica una cuota de poder permanente en Buenos Aires, para muchos pasó por alto. La semana pasada renunció Eduardo Grinberg a la presidencia del Tribunal de Cuentas. Llegó al cargo hace 35 años. Es un puesto vitalicio que ahora Axel Kicillof está a punto de cubrir con Federico Thea, quien hasta ahora se desempeñó como Secretario General de la Gobernación. El organismo es temido por intendentes, funcionarios y hasta el propio gobernador de turno que en diversas ocasiones han tenido que desembolsar sumas de dinero muy importantes por sanciones del Tribunal. De concretarse, Kicillof se reserva para sí una silla clave. El lanzamiento del programa de reconversión provincial tiene como dato saliente que es a seis años. A pesar de las tensiones, el mandatario provincial muestra su idea de ir por la reelección.
Para eso deberá destrabarse la ley que traba la continuidad de los intendentes. Una fuente muy cercana al mandatario asegura que el tema va a salir. Pero por lo pronto se acumulan las licencias en los municipios.
En Juntos por el Cambio, las cosas no están mejor. La presidencia del bloque del senado bonaerense se destrabó con la alternancia de Cristian Gribaudo y Alejandro Rabinovich. Nuevo triunfo de Jorge Macri quien, además de quedarse con el Ministerio de Gobierno porteño, presidirá el PRO bonaerense. Resultado de ser quién más resistió ante Horacio Rodriguez Larreta. Esto ya genera enojos internos de quienes observan que ser condescendiente con el jefe de gobierno porteño no encuentra los mismos resultados. Lo pueden afirmar Diego Valenzuela o el propio Néstor Grindetti. Es más, aparece la sensación que, de no haber cambios en la manera de ordenar las decisiones, el bloque el la Cámara Alta podría partirse también.
De estos y otros temas en las interna opositora se habló mucho en la fiesta de cumpleaños del cada vez más influyente diputado radical Emiliano Yacobitti llevado a cabo en una muy conocida parrilla de la ciudad de Buenos Aires. Las varias presencias allí del ámbito político, judicial, empresarial, de seguridad e inteligencia, dan una clara muestra que los movimientos tectónicos en la politica argentina no se detienen. Al contrario. Se profundizan.
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