Más que un simple entretenimiento: por qué son fundamentales los rascadores para los gatos

Los gatos son nuestros grandes compañeros de vida. Juguetones, cariñosos y algo locos, tienen algunas necesidades que requieren ser cumplidas para atravesar una vida feliz, tales como la comida, una buena caja de arena y un elemento esencial: los rascadores.

Este artículo, aunque no lo parezca, es esencial para la vida de un gato, ya que cumple una función natural, física, emocional y territorial. No se trata de un uso de lujo, sino que satisface algunas necesidades naturales para el felino y lo ayudan a regular su ansiedad, a expresarse, relajarse y convivir mejor en el hogar. Los dueños deberían incluirlo en su espacio como una forma concreta de cuidar su salud física y emocional.
En el mercado actual, hay una gran variedad de rascadores: desde modelos compactos y pensados para departamentos y lugares pequeños, hasta grandes estructuras que parecen verdaderos castillos: con niveles, hamacas, múltiples plataformas y hasta una cama para ellos.

¿Por qué tu gato debería tener su propio rascador?
Los veterinarios insisten en que tener un rascador para tu gato no es un tema de lujo o capricho, sino que, muy por el contrario, lo necesitan para mantener a raya su bienestar emocional, físico y social. ¿Qué pasa cuando nuestro felino rasca e interactúa con este accesorio?
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Rascar ayuda a eliminar las capas viejas de las uñas y mantenerlas fuertes y saludables.
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El acto de rascar estira todos sus músculos: espalda, hombros, patas y cuello. Es una forma de mantenerse ágiles y activos, sobre todo si viven en espacios cerrados o tienen poca estimulación.

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Si no tienen un lugar específico para rascar, lo harán en lo que encuentren: sillones, puertas, alfombras... Tener un rascador adecuado redirige su instinto natural hacia un lugar aprobado por vos.