Bicicletas que se recargan con agua: la nueva alternativa ecológica que ya se vende en Europa

Una innovadora tecnología basada en hidrógeno promete transformar el futuro de las bicicletas eléctricas. Se cargan en casa con agua, eliminan las baterías tradicionales y ofrecen una opción más rápida, duradera y limpia.
Bicicleta eléctrica.
Bicicleta eléctrica. Foto: Unsplash.

En los últimos años, las bicicletas eléctricas ganaron terreno en las grandes ciudades como una solución práctica y sustentable para la movilidad urbana.

Sin embargo, muchos usuarios aún dudan a la hora de comprarlas, principalmente por la dependencia de las baterías de litio, su peso, el tiempo de carga y su impacto ambiental. Pero desde Europa llega una propuesta disruptiva que promete revolucionar este panorama: bicicletas impulsadas por hidrógeno que se recargan con agua en casa.

Bicicleta. Foto Freepik
Los beneficios de las bicicletas eléctricas para el medio ambiente. Foto: Freepik.

La innovación, que ya se encuentra en fase comercial en países como Suiza, Francia e Irlanda, elimina por completo las baterías tradicionales y las reemplaza por pilas de combustible de hidrógeno.

Estos sistemas utilizan tanques recargables, similares a una botella de agua, que almacenan hidrógeno generado a través de la electrólisis del agua doméstica.

Tecnología limpia, recarga rápida: cómo funcionan las bicicletas eléctricas de hidrógeno

Uno de los modelos más avanzados es el HYRYD de la empresa suiza HydroRide Europe AG, presentado recientemente en ferias internacionales de movilidad. Esta bicicleta puede recorrer entre 50 y 100 kilómetros con una sola carga de hidrógeno, que se obtiene a partir de 200 ml de agua, procesada en un dispositivo doméstico que produce el gas mediante corriente eléctrica.

Agua embotellada, microplásticos. Foto Unsplash
Estos sistemas utilizan tanques recargables, similares a una botella de agua. Foto: Unsplash.

A diferencia de las e-bikes tradicionales, cuyos tiempos de carga rondan entre 3 y 6 horas, el hidrógeno puede recargarse de forma casi instantánea: el tanque extraíble se reemplaza en apenas 10 segundos. Además, el sistema no pierde carga con el paso del tiempo, como sí ocurre con las baterías de iones de litio.

El concepto también fue adoptado por la startup irlandesa HubUR, que lanzó su modelo “Boon H₂”. Este diseño también apunta a una clientela urbana, con posibilidad de cargar en el hogar o en estaciones de recarga pública, en caso de expansión del sistema.

Dia de la bicicleta. Fuente: NA
Los beneficios de las bicicletas eléctricas para el medio ambiente. Foto: NA.

Además de la rapidez y la autonomía, las bicicletas de hidrógeno aportan un gran beneficio ecológico: no contaminan ni durante su uso ni al final de su vida útil. La producción y descarte de baterías de litio conlleva un alto impacto ambiental, mientras que el hidrógeno, si se obtiene con energía renovable, es completamente limpio.

Sin embargo, el desarrollo de esta tecnología aún enfrenta varios obstáculos. En primer lugar, el costo: el precio de un modelo como el HYRYD ronda los 2.500 euros, y el generador de hidrógeno doméstico se vende por separado, por unos 1.799 euros. A esto se suman las dudas sobre la eficiencia energética del proceso de electrólisis, que requiere más electricidad que la carga directa de una batería.