Podría ser un problema: el motivo por el que algunos gatos tienen las pupilas dilatadas todo el tiempo

Si bien para muchos tener un gatito con los ojos grandes y las pupilas dilatadas es tierno e incluso inofensivo, lo cierto es que podría ser una alerta para ir corriendo al veterinario.
Gatos, mascotas
Gatos, mascotas Foto: Pexels

Los gatos tienen la capacidad de agrandar y achicar sus pupilas dependiendo de la luz que haya e incluso producto de sus emociones. Cuando se ensanchan, parecen tiernos y tranquilos, pero lo cierto es que esto podría estar indicando otra cosa: un problema de salud neurológica u ocular.

En general, las pupilas se suelen dilatar en la oscuridad y se contraen con la luz intensa. Sin embargo, en los gatos, también cambian de tamaño en respuesta al miedo, la excitación o el estrés. El problema se vuelve más serio cuando nuestro michi tiene todo el tiempo sus pupilas dilatadas.

Gatos, mascotas Foto: Pexels

En términos simples, la pupila actúa como el “diafragma” del ojo: se abre o se cierra según la cantidad de luz que necesita captar (al igual que los ojos del cuerpo humano, pero con mayor apertura). Cuando permanece dilatada constantemente, puede ser señal de:

  • Cambios relacionados con la edad, como la atrofia del iris.
  • Respuesta normal a situaciones de estrés, miedo o juego.
  • Problemas de salud más graves, como enfermedades oculares, neurológicas o sistémicas.

En este sentido, la veterinaria diplomada del Colegio Americano de Oftalmología Veterinaria, Sara Thomasy, indicó que la atrofia del iris puede ser un hallazgo causal del gato para detectar otros problemas y que casi todos los felinos senior la presentan en mayor o menor medida.

Gatos, mascotas Foto: Pexels

Pupilas dilatadas en gatos: ¿cuándo es motivo de preocupación?

Según expresó la médica veterinaria, las pupilas dilatadas suelen estar acompañadas de alguno de los siguientes signos, es fundamental acudir al veterinario:

  • Desorientación o dificultad para caminar.
  • Pérdida de apetito.
  • Somnolencia excesiva o cambios en el comportamiento.
  • Ojos enrojecidos, turbios o bizqueo.
  • Golpes contra objetos o signos de ceguera repentina.

Por otro lado, hay algunos signos que pueden estar relacionados a afecciones más graves como glaucomas (aumento de presión ocular que podría dañar el nervio óptico), hipertensión arterial, daños neurológicos (infecciones, toxinas, deficiencia de vitamina B1) y degeneraciones de la retina, asociadas al déficit de una dieta equilibrada.

La clave para prevenir este tipo de problemas en un gato, según la oftalmóloga Thomasy, es acudir al veterinario al menos una vez por año para una observación temprana de los globos oculares y estar atentos a su comportamiento, mucho más si se observan signos de malestar general.

Gatos, mascotas Foto: Pexels

Un veterinario puede realizar exámenes oculares específicos y, si es necesario, derivar al gato a un oftalmólogo especializado. En casos urgentes o fuera del horario habitual, se recomienda acudir a una clínica de emergencias.

Conocer el comportamiento y el estado de salud habitual de tu gato es sumamente importante y, sin lugar a dudas, la mejor herramienta para detectar señales de que algo podría andar mal en ellos, ya que tienden a ocultarlo.

Ante cualquier duda, consultar con un profesional veterinario es el paso más seguro para proteger su bienestar y, de ser necesario, encontrar un tratamiento a tiempo para salvar su vida.