El mejor aliado de las plantas de interior: ¿por qué hay que ponerles bicarbonato de sodio?

Un consejo útil para cuidar cualquier especie vegetal cultivada bajo techo, como en casas u oficinas.
Plantas del interior
Plantas del interior Foto: Unsplash

El bicarbonato de sodio es, muchas veces, considerado como una solución “mágica” en la cocina -es esencial para la repostería, ayudando a que las masas esponjen- o en la limpieza del hogar. Ahora se descubrió que este compuesto químico también es un aliado muy efectivo en el mundo de la jardinería casera.

Al tener propiedades antifúngicos, el bicarbonato de sodio actúa como una barrera natural contra plagas y hongos, que son frecuentes en ambientes húmedos y cerrados, donde suelen vivir las plantas de interior.

Los especialistas en jardinería destacan que el bicarbonato de sodio previene la aparición de hongos Foto: Unsplash

Igualmente, cabe aclarar que, aunque el bicarbonato es natural y seguro, su uso excesivo puede alterar el equilibrio del suelo o provocar quemaduras leves en las hojas. Por eso, se recomienda no aplicar más de una vez por semana y evitar el contacto directo con flores o brotes muy jóvenes.

Los beneficios de usar bicarbonato de sodio en plantas de interior

Los especialistas en jardinería destacan que el bicarbonato de sodio previene la aparición de hongos que generan manchas blancas o polvosas en hojas y tallos, disminuye la presencia de insectos que afectan la savia y debilitan a la planta, neutraliza olores y bacterias en la tierra sobre todo en macetas con riego frecuente o sin buen drenaje y mejora la vitalidad general de la planta si se usa con moderación.

Cómo aplicar el bicarbonato en las plantas correctamente

  • En spray antifúngico: se disuelve una cucharadita de bicarbonato en un litro de agua y se agrega una gota de detergente neutro. Luego, se pulveriza sobre las hojas afectadas, una vez por semana, preferiblemente en horarios sin sol directo.
  • Espolvoreado sobre la tierra: se coloca una pequeña cantidad directamente sobre el sustrato, alrededor del tallo, para prevenir la aparición de hongos en la base.
  • Como enjuague para macetas: también se utiliza para lavar las macetas vacías antes de volver a plantar, eliminando posibles residuos dañinos.