Desde cambios en los penales hasta mayor intervención del VAR, las modificaciones clave que piensa la FIFA para el Mundial 2026

La Copa del Mundo a disputarse en Estados Unidos, México y Canadá no solo será el torneo que reúna a más equipos, sino que también traería aparejados cambios rutilantes.
El Mundial 2026 podría traer cambios drásticos en el reglamento.
El Mundial 2026 podría traer cambios drásticos en el reglamento. Foto: REUTERS

De cara a la próxima Copa del Mundo, la FIFA tiene un objetivo claro: modernizar el juego sin romper su fluidez. Para lograr esta meta, piensa en dos modificaciones importantes que, en caso de aprobarse para el Mundial 2026, podrían marcar un antes y un después en la manera de entender y arbitrar el fútbol.

La International Football Association Board (IFAB), el organismo que desde 1886 regula las reglas del fútbol a escala global, estudia implementar cambios que alterarían más de un siglo de historia.

Los árbitros podrían apoyarse mucho más en el VAR durante la Copa del Mundo 2026. Foto: IMAGN IMAGES via Reuters

FIFA tiene en la mira un cambio drástico: si un penal es atajado o falla el arco, no habrá segunda jugada. La acción se detendría de inmediato y se reanudaría con saque de arco para el equipo contrario. Así, se eliminaría el clásico “rebote” que tantas veces termina en gol tras el disparo.

El argumento central de los promotores es que el penal ya representa una ventaja excesiva para el equipo atacante, muy superior al perjuicio original que generó la infracción.

Además, convertir al penal en un “golpe único”, al estilo de lo que sucede en el hockey sobre césped, también permitiría zanjar de una vez por todas el debate sobre la invasión de área: si la jugada termina al instante tras el remate, cualquier movimiento previo o posterior se vuelve irrelevante.

¿Mayor intervención del VAR en el Mundial 2026?

Pero eso no es todo. El organismo también analiza expandir el uso del VAR a jugadas menores que hoy no se revisan. Por ejemplo, se podría acudir a la tecnología para resolver si un balón salió en saque de esquina o si una segunda amarilla estuvo bien mostrada.

La clave, según dejaron trascender desde la propia IFAB, es que “solo se revisarán decisiones que puedan corregirse en cuestión de segundos”. Cualquier intervención más larga podría ser descartada por riesgo de paralizar el ritmo del juego.