El público, un factor clave en la victoria de "Maravilla"

La tarde del sábado hacía imposible pronosticar algo acerca de la velada boxística. La lluvia amenazante se hacía presente en el José Amalfitani y complicaba las intenciones de los boxeadores, en una gala muy esperada por todos. Sin embargo, la gente se acercaba al estadio velezano para ver a su ídolo.

Desde chicos con la bandera del campeón del Consejo Mundial, pasando por hinchas con los rostros pintados hasta los insólitos ingleses que ponían color con sus representativas remeras hacían de la noche de Liniers algo similar a una final de fútbol.

Las peleas preliminares llegaban a su fin y se acercaba la hora señalada para el combate de fondo. Con las tribunas completas, pese a que la lluvia no daba tregua, el público daba su aliento ante la salida de su ídolo, quien acompañado por René de Calle 13 aparecía entre la gente para mostrar todo su repertorio.

Sin embargo, lo que parecía una velada tranquila para el boxeo argentino, no fue así. El retador mostró un buen nivel boxístico y la pelea no se veía favorable para el ‘Maravilla’. La sensación aún fue peor cuando en el octavo asalto, Murray mandó a la lona al quilmeño.

Allí se produjo el click del combate. Tanto para la gente como para Martínez. Las populares estallaron con el clásico ‘Vamos, Vamos Argentina’, y desde el ring side y las plateas más caras intentaban levantar a un campeón adormecido. El siempre positivo Mariano Iudica, dejando la garganta para apoyar al argentino y Claudio ‘El Turco’ García, quien mostró toda su picardía para callar al rincón británico sin saber una palabra de inglés, también fueron algunos de los que generaron la remontada.

Como declararía después, ya con la mano izquierda lastimada, Martínez mostró lo mejor de su repertorio. Complicaba con el jab y llegaba profundo con la derecha que tanto sintieron otros boxeadores en el pasado.

La campana final generó una nueva explosión en el estadio. El grito de ‘Dale Campeón, Dale Campeón’ presagiaban un final acorde a lo esperado. Allí, estaba Martínez: corriendo y saltando con una sonrisa en rostro pero sabiendo que no había sido su mejor noche.

Finalmente, en el momento de las tarjetas, el pueblo argentino estalló al escuchar que Michael Buffer decía que el oriundo de Quilmes retenía la corona. El campeón sintió la necesidad de ofrendar su corona a la gente, dando las gracias por el apoyo en el peor momento de la pelea. "Toda esta gente me levantó, me ayudó a pelear con una mano", diría en el final. La gente también se sintió parte del triunfo por hacer pesar la localía y cortar la embestida de Murray.

“Me gustaría darles las gracias uno por uno, a todos los que estuvieron acá bajo la lluvia", fueron las palabras de Martínez. Las gracias no hacen falta, campeón. No fue tu mejor versión pero con coraje y boxeo volviste a dejar la bandera argentina en lo más alto. Eso hace que el pueblo argentino te deba decir: ‘Gracias Maravilla’.

Por Matías Greisert
@MatiasGreisert