¿Tendencia o evolución?: por qué algunos gatos pueden aprender a ladrar como perros

Gatos que ladran como perros. Foto: Unsplash.

En las redes sociales comenzaron a viralizarse videos de gatos que, sorprendentemente, parecen ladrar como perros. Aunque a primera vista puede parecer algo insólito, hay una explicación detrás de este fenómeno, que mezcla aspectos biológicos y de comportamiento.

Los dueños de felinos no pueden extrañarse por el simple hecho de que su mascota adquiera nuevos hábitos constantemente, dado que es algo que sucede muy a menudo con este tipo de felinos. Sin embargo, muy pocos conocen la verdadera razón detrás de comportamientos inusuales.

La extraña tendencia de gatos ladrando.

Los expertos explican que los gatos son animales que pueden copiar algunos comportamientos de los animales que los rodean o con los que se criaron. Es por eso que algunos de ellos podría imitar sonidos similares a los de un perro.

Hay quienes sostienen, desde la experiencia con sus mascotas, que algunos gatos pueden llegar a emitir sonidos similares a ladridos después de convivir mucho tiempo con perros. Aunque esto no se considera una imitación consciente como en el caso de los loros, sí podría tratarse de una vocalización aprendida por asociación con ciertas situaciones, como pedir atención o reaccionar ante un estímulo.

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¿Pueden los gatos ladrar como los perros?

Pese a que pueda parecer que sí pueden ladrar, lo cierto es que los gatos no tienen esa facultad. Esto se debe a que ambos animales presentan diferentes estructuras vocales que les permiten emitir sonidos distintos. Los felinos se destacan por sus maullidos, ronroneos, y gruñidos, pero no tienen la capacidad anatómica de producir un ladrido verdadero.

Los maullidos de un gato pueden parecer ladridos en ciertas ocasiones. Foto: Unsplash.

Igualmente, en algunas ocasiones, los maullidos intensos y roncos, sobre todo cuando están asustados o frustrados, pueden parecerse vagamente a un ladrido corto. Estos sonidos no son un ladrido real, sino una manifestación de la vocalización felina que puede sonar parecido.

Otra de las razones que puede llevar a la confusión es que, los gatos suelen emitir sonidos más graves o entrecortados debido a alteraciones temporales en sus cuerdas vocales, como inflamación, estrés o excitación. En otras ocasiones, maúllan con la boca casi cerrada, lo que modifica el sonido natural de su voz y puede hacer que se asemeje al ladrido de un perro.