Sigue la consternación por el fallecimiento del jugador de Laferrere, Héctor Sanabria

Un sentimiento de consternación invadió al ambiente del fútbol en general y al club Deportivo Laferrere en particular, con la muerte del atacante Héctor Sanabria, cuyos restos eran velados desde el mediodía en la localidad bonaerense de Moreno, donde residía.

"Todavía no caemos, sigo sin creer lo que pasó. Estamos destrozados. Se nos fue un pibe bárbaro. Era una persona sana, hoy estaría cumpliendo años. No lo podemos creer", declaró casi al borde del llanto el entrenador del conjunto verde y blanco, Eduardo Cáceres.

"El Chino" Sanabria contaba con la confianza y el respaldo de la hinchada "villera", socios, dirigentes y periodistas partidarios, según se puede constatar en el sitio oficial del
club, donde afirmaron que había llegado "para dar todo y ser campeón".

"Jugaba de nueve, la pelota estaba en nuestro campo. Aparentemente le dice a un defensor rival que paren, ya que se sentía mal y ahí comienzan a los gritos de camilla y pedido de una ambulancia. Pensamos en ese momento que se trataba de una fractura, jamás que era esto", añadió Cáceres.

A su turno, el capitán del equipo, Pablo Nieva, se lamentó de los pobres controles médicos que se realizan en la divisional, aunque destacó que desde Futbolistas Argentinos Agremiados lo llamaron para hacerse cargo de los gastos y trámites de sepelio.

"Acá ahora estamos todos con miedo. Imaginate que hay muchachos que trabajan, es una divisional muy amateur. Esto en cuanto a la C, en la D nunca jugué, pero será igual o peor", comentó hoy Nieva.

Juan Carlos Espósito, el presidente de Lafarrere, relató que "entró el médico" a la cancha, "llamó a la ambulancia, se tardaron 7 minutos hasta el hospital, pero esto fue fulminante".

Se realizó todo lo que había que hacerle, pero desgraciadamente no funcionó", reflexionó el dirigente.

"Los médicos no se explican lo que pasó. Minutos antes de entrar a la cancha se hizo el calentamiento y él nunca acusó nada, ni siquiera durante el partido hubo indicios de que se sentía mal.

Además, hablamos con los padres y nos dijeron que nunca había tenido algún problema de salud", siguió diciendo Espósito.