40 años sin Jim Morrison: una misteriosa muerte

Dejaba este mundo el 3 de julio de 1971. ¿Deceso natural o crimen de una figura de la contracultura? El mito, la leyenda... el hombre, un informe exclusivo de 26Noticias.com.ar

Por Canal26

Sábado 2 de Julio de 2011 - 00:00


Cuando aquel 3 de julio de 1971 el mundo se enteraba de la muerte de Jim Morrison, la conmoción fue grande y el misterio también.

En horas de la mañana, en París, el líder de The Doors apareció muerto en la bañera de su domicilio. Según las comprobaciones de la policía, murió de un ataque al corazón. Tenía sólo 27 años y una carrera en ascenso que resultó provocadora para la época.

¿Paro cardiaco? ¿sobredosis? ¿complot de la CIA? ¿puesta en escena? Lo único cierto es que el "Rey Lagarto" apareció sin vida, se convirtió en leyenda y cuarenta años después, sigue el misterio en torno a su deceso.

Morrison había sido condenado en Estados Unidos por "exhibición indecente" y se había exiliado en París durante la primavera de 1971 junto a su novia Pamela Courson. Era el momento de ruptura con su grupo y sus proyectos de dedicarse a la poesía.

De sex-symbol rockero pasaba a alcohólico obeso. Su deterioro era notorio y su final lo confirmaba. Pero su muerte abrió una puerta de dudas: pese a sus antecedentes, la policía no dispuso una autopsia. El mánager de The Doors, Bill Siddons, tomó el primer avión y se encontró con el féretro cerrado al llegar.

Incluso, Pamela dio dos versiones de la muerte de Jim, tuvo incoherencias y murió cuatro años después por sobredosis.

A Morrison lo enterraron el 7 de julio en el cementerio parisino de Père-Lachaise ante solo cinco personas y la noticia de su muerte fue confirmada oficialmente dos días después del hecho. El mundo del rock, lloró la desaparición física del ídolo.


Y ENTONCES, LLEGARON LAS VERSIONES

Bill Siddons dijo que el entorno de Morrison quiso "evitar el circo que se montó con las muertes de Jimi Hendrix y Janis Joplin". Sus palabras se encuentran en "Los Doors, la verdadera historia", del periodista Jean-Noël Ogouz.

1983: un periodista británico implica a la CIA en la muerte de Jim como un complot tendiente a eliminar a figuras de la contracultura.

Otra versión habla de los servicios secretos franceses o una conspiración sionista contra el autor de “Light my fire”, “Ridders on the storm” y “Roadhouse blues”, entre tantos hits.

2007: el periodista y escritor Sam Bernett contesta la tesis de la crisis cardíaca y da a entender que el ícono del rock murió de una sobredosis y no en su bañera, sino en los baños de una discoteca parisina que regentaba, el "RocknRoll Circus". Así lo afirma en su libro:

"Allí estaba Jim Morrison, con la cabeza entre las rodillas, los brazos colgando (...) Rostro grisáceo, los ojos cerrados, tenía sangre debajo de la nariz, una baba blancuzca como espuma alrededor de la boca, ligeramente entreabierta, y en la barba", escribe en "Jim Morrison, la verdad".

Bernett detalla que el deceso del ídolo fue constatado por un médico y que dos hombres a los que Morrison acababa de comprar droga arrastraron el cuerpo hasta un taxi para llevarlo a su domicilio. El dueño del club temía por el escándalo y entonces, no avisó a la policía.

El tecladista de The Doors, Ray Manzarek, alimentó el mito: ¿Y si Morrison estuviera vivo...? El escritor habló con el músico que en más de una ocasión se preguntó si su amigo no habría escenificado su muerte para vivir en el anonimato.

Hoy, miles le rinden tributo en la losa que lleva su nombre y que se encuentra en el cementerio de Père-Lachaise, donde también están enterrados Chopin, Marcel Proust y Oscar Wilde. Colmado de graffitis, el mítico Jim recibe homenajes año tras año. Hasta se organizan circuitos por París para mostrar dónde vivía, cuál era su bar preferido y cada cosa relacionada con Morrison, el hombre que murió y comenzó la leyenda.