Bravo: "Frente a cualquier Gobierno, siempre prefiero ubicarme en la vereda crítica"

El hombre de la radio y la televisión estuvo en "Plan M", programa que se emite por Canal 26, y dejó su mirada sobre la actualidad del país, de cara al nuevo mandato que comenzará la presidenta Cristina Fernández. También analizó el presente de los medios. Una charla imperdible.

Por Canal26

Viernes 9 de Diciembre de 2011 - 00:00

Alfredo Leuco dice que no solamente parecés buen tipo, que acompaña a la gente desde la radio o la tele, sino que también lo sos. Siempre se crean climas especiales en tus equipos de trabajo.

Fernando Bravo: Yo soy amigo de mis amigos y trato de hacer por ellos lo que tenga que hacer. Con mis compañeros de trabajo también tengo una relación que me parece que es la que yo puedo brindar: la de dar, la de ser compañero y de tener un trato fraternal. Con la gente tengo un trato distante, de un tipo que se expone públicamente todos los días desde hace cuarenta y pico de años. En algún momento terminan descubriéndote, pero alguien puede pensar que soy un mal tipo y otros que no. A mí me importan las relaciones más cercanas.

Doy fe que fuera del aire hacés tantos chistes como en el aire.
Los que hago fuera del aire son mejores. A micrófono cerrado hay un programa mucho mejor que a micrófono abierto

Ya son 40 años de carrera...
Debuté como animador de “La campana de cristal” en el año 1969. Estaba peinado a la gomina y aparecía con una imagen tan dura y seria que al poco tiempo me dijeron que me afloje el pelo.

¿Qué has visto en estos 40 años de televisión?
De todo, porque es lo mismo que ver al país. Hubo tiempos de dictadura, de democracia...

¿Ha mejorado la tele?
La tele siempre es un efecto del país, de una situación social. No es tan naif como era en la que yo trabajé hace muchos años, cuando se manejaba con otros valores e impronta. La tele ha ido colocando cada vez más alto el listón de su dramaticidad y demás. Hoy, las trompadas de Mauro Viale han quedado eclipsadas por la salvaje lucha verbal que se manifiesta. Trato de abstraerme de eso y no pelearme o discutir.

¿Por qué la tele va hacia eso? ¿Es lo que pide el público?
Va virando y cada vez lo hace más, y va enviciándose. Entre en una especie de espiral que no puede contenerse. Yo no sé si hoy despertaría interés un programa de neto corte periodístico. La tele está embarcada en toda la situación del vedettismo, la lucha y la estelaridad, los mediáticos y la descalificación. Hemos visto mujeres desnudas, no sé porqué se asombran de que Victoria Donda haya ido a la Cámara de Diputados con un vestido tan estrecho. Por otra parte, la televisión y la radio cultiva hoy un vocabulario mucho más salvaje y nada cuidado que me hace doler los oídos. En ese sentido yo me he preservado.

En Continental te va bárbaro todas las tardes, la radio parece ser tu lugar.
En mi libro “Mi domicilio es el aire” conté mi experiencia en el mundo de la radio y todo lo que yo pienso y he pasado. No hay una bibliografía que diga cómo hacer radio, cada uno va construyendo de la mejor manera y le va dando su propio estilo. Cuando yo empecé la radio era más divertimento que periodismo, había libretistas. Hoy está mucho más volcada al mundo periodístico, tal es así que los locutores hemos perdido terreno en cuanto a la conducción de programas.

¿Cómo ves el nuevo período que afrontará la Presidenta?
Tengo la expectativa que le vaya bien porque si le va bien a ella nos va a ir bien a todos. A veces se equivocan algunos caminos y no sé si está construyendo efectivamente un gran país. La Presidenta defiende su modelo a rajatabla y me atemoriza un poco que el poder esté totalmente concentrado en sus propias decisiones, pero la gente le ha dicho que sí. Tenemos un enorme respeto por el electorado que la votó, pero también tenemos una enorme visión crítica. Tiene que ver con el ADN de nuestra actividad. Siempre prefiero ubicarme en la vereda crítica ante cualquier Gobierno, que ubicarme en la vereda aprobatoria a cualquier precio.

Y del otro lado no hay nada...
La oposición no ha construído un rumbo que pudiera aglutinar una concentración de opinión favorable. El radicalismo tiene que darse un enorme baño de humildad y crecer, como dice la canción de Zitarrosa, desde el pie y construir un partido renovado y una propuesta alternativa.

¿Creés en que pueda haber un acercamiento que permita que te respeten no sólo tu vasta audiencia sino también los que opinan distinto?
Hay una tendencia: la gente escucha los programas con los cuales coincide. Uno lee el diario que le cae bien. No obstante, de vez en cuando aparece gente que no coincide con una opinión determinada y surge la crítica. El Gobierno ha tenido un extraordinario nivel de comunicación, más allá de montar un aparato estratégico para ello y para generar medios enrolados. Cristina también tiene un poder de comunicación impresionante. Se mueve como una estrella del cine, algo que le pasaba también a Menem.