Por Canal26
Sábado 21 de Abril de 2012 - 00:00
A puro sonido de rock es la mejor opción para iniciar a contar la historia del primer rockero de nuestro país que terminó enamorando con sus baladas y quedará “involucrado” en un trío amoroso gracias a la protagonista de esta historia en “Por amor a Sandro”.
Mientras la vida del Gitano (Fernando Samartin) se vive entre “Penas” y “Música de Rock & Roll”, comienza el viaje de más de dos horas y media para conocer la intimidad del Hombre de la Rosa.
La protagonista es Alicia (Natalia Cociuffo), la mujer que se enamoró de Sandro desde que lo escuchó y vio por primera vez. En su vida de ficción, se siente la amante del cantante. En su vida real, es la mujer de un joven que también fue músico pero que tiene marcadas diferencias con el intérprete.
Alicia conoce a Tony (Christian Giménez) en sus presentaciones en el Deportivo 12 de octubre donde suele tocar junto a su banda, igual que lo hacía el Gitano en sus primeras épocas. "De aquí a Sabados circulares", dice sobre su sueño dorado que quedará relegado por otro deseo: formar una familia con la joven de la que se enamoró perdidamente.
El sueño de ella es enamorar a Sandro y viajar con él a cualquier parte del mundo. Mueve sus caderas al ritmo de “La plaga” y “Pequeña mujer”, entre tantos éxitos que son parte de todos los discos que tiene en su casa.
El Gitano, por su parte, vive una carrera en ascenso. De los clubes a la televisión. Si hasta es testigo de la nueva canción de Lito Nebbia, “La Balsa”, de la que dice “que no va a funcionar” por la tristeza que brota de la lírica. Claramente, se equivocará en su pensamiento sobre ese clásico del rock nacional.
Las vidas de los personajes se cruzarán en toda la obra. Primero en la invitación al cine de Tony a Alicia para ver “Quiero llenarme de tí” y donde claramente ella se deja llevar por la imaginación en un encuentro con su ídolo que le asegura que "La vida no es como en las películas". La proyección de imágenes del querido Sandro sorprenderá y Samartin generará que en todo momento uno crea que es el propio artista el que está sobre el escenario.
También el bar donde Tony y sus amigos suelen encontrarse será testigo de cada charla donde confiesa que está harto de que su mujer viva tan intensamente su fanatismo por el cantante. Recibirá las burlas de sus compañeros de andanzas en un intento de hacer que no tome a la tremenda esa situación y hasta vivirá momentos tensos con uno de ellos. Ese mismo lugar mostrará el paso del tiempo con canciones del propio Sandro o hasta el mismísimo Michael Jackson con su “Billie Jean”.
Esa mezcla entre ficción y realidad hace que Alicia viva la pasión por su ídolo y se enamore de un hombre que hace cualquier cosa para que sea feliz. Aunque ella, dedica más tiempo a los cumpleaños en Banfield y los shows en diferentes barrios de su adorado Gitano que a su propia familia. En los oídos, más clásicos con “Te propongo”, “Mi amigo el Puma”, “Dame fuego”.
Para seguidores y no tanto, una de las mejores escenas se vivirá en el cumple donde el intérprete entona “Así” ante sus seguidores, “las nenas” y aquel joven que cree hacer una gran imitación del artista. Un deslumbrante Samartin volverá a endulzar en la escena del recital cuando cante “Rosa Rosa” y “Penumbras”. “¡Es Sandro!, ¡Es igual!, ¡Qué bien que está!”, se escuchará desde las butacas. Y sí, la imitación es perfecta, exquisita, inigualable. Mientras, vuelvan corpiños desde el palco.
El mundo de Alicia la sumerge en una pasión sin límites, egoísta, donde su prioridad es Sandro, y Tony queda siempre en segundo lugar y hasta en su interior le brinda esas doloras palabras que tantas veces escuchó con atención: "si quieres yo te doy el mundo pero no me pidas que no te ame así".
Pero como dice la estrofa de la canción, al final la vida sigue igual. “Por ese palpitar”, ella disfruta de un nuevo encuentro en su habitación/santuario con el hombre al que le regala pasiones desenfrenadas y lo imagina confesándole “Porque yo te amo” con una bella proyección de rosas de fondo. Mientras, Tony sufre en silencio y vuelve a hacer otra confesión: “más nunca tendrás quien te quiera, te lo juro por esta, como lo hice yo”. Final del primer acto y nuevas ovaciones como en toda la noche.
Después de un intervalo, suena Pappo con su “Juntos a la paz” en la cantina donde el Ronco vuelve a buscar a sus amigos y hace las pases con Tony, con quien se peleó después de tantas burlas. Y Alicia, por su parte, es testigo de un nuevo cumpleaños en Banfield donde el Gitano los sorprende con “El Maniqui” en la puerta de su casa. Segundo después, “Me amas y me dejas”, refleja el actual momento del ídolo: está muy enfermo.
La gravedad de su estado de salud hace que en varias oportunidades deban suspenderse sus shows, por ese motivo y cuando se anuncia su regreso suenan las “Guitarras al viento” -con gran despliegue de todo el equipo de baile- y nadie quiere perderse del evento. Mucho menos Alicia, que vive tan pendiente de su ídolo que hasta se olvida de que ese mismo día cumple 40 años de casada con su marido.
Ese preciso momento en que una vez más muestra su egoísmo es cuando Tony le confiesa con profundo dolor todo lo que ha sufrido durante estos años por quedar relegado a una figura misteriosa tan cercana como tan lejana. Mientras decide qué debe hacer, se entera por televisión que su “amor” está delicado y las imágenes de la adicción al cigarrillo reflejan la verdadera complejidad de Sandro.
El dramatismo de la protagonista queda expuesto en la letra de “Penas” y “Mi viejo corazón”. Es la decisión más difícil de su vida, pero elige estar con los suyos y disfrutar de la fiesta preparada por su hija, su yerno y su marido. Él, que tantas veces quedó detrás de la figura del Gitano, ahora es el protagonista y en un nuevo acto de amor decide acompañarla al show de su ídolo.
Momento de emoción absoluta. Samartin es Sandro, no quedan dudas. Su interpretación de “Como te diré” pone a la gente de pie, las lágrimas no pueden contenerse. Ni las de las fanáticas, ni las de quienes son testigos de semejante homenaje. Y nuevamente, habla como el ídolo, cada frase es como salida de la boca del conquistador de América.
En ese instante, decide dedicarles un tema a la pareja que festeja su aniversario. “Tú naciste hecha a mi medida, tú no tienes precio ni valor”, les entona en “Me juego entero por tu amor”. Más aplausos y emociones. Esa será la última vez que Alicia vea a Sandro.
En el final, mientras la voz del Gitano reza, increíblemente, “no quiero que me lloren cuando me vaya a la eternidad” en “Una muchacha y una guitarra”, se llora el entierro del ídolo. Es la despedida de Alicia a su “amante” antes de que baje el telón entre una lluvia de aplausos interminables.
Sanmartin saldrá una vez más para hacer bailar a todo el público con “Rosa Rosa”, “Tengo” y “Dame fuego”. Y se cumplirá la profecía del entrañable Gitano: “Quiero que me recuerden como a la misma felicidad”.
REESTRENA EL 5 DE MAYO - TEATRO PREMIER
Por Claudia Seta
1
HBO Max: el thriller psicológico con James McAvoy que llega a la plataforma y atrapa desde el primer minuto
2
Nuevas reglas en Gran Hermano que podrían cambiar todo: de qué se tratan
3
Una ex Gran Hermano volvió al reality por tercera vez consecutiva: quién estaba disfrazada de "leoparda"
4
No te la podés perder: de qué se trata la serie de comedia de Prime Video que es un éxito en la plataforma
5
Stefi Roitman rompió el silencio sobre los rumores de separación con Ricky Montaner: qué dijo