Israel envía reservas pese a vislumbrar el final de su ofensiva a Franja de Gaza

Podría ser el preludio del lanzamiento de una "tercera fase", con asaltos en el corazón de las ciudades. Desde el comienzo de la ofensiva el 27 de diciembre, se ha movilizado a miles de soldados que siguieron entrenamientos intensivos. Al momento, muerto casi 900 personas. Con Canal 26, habló el analista de política internacional, Claudio Fantini (Escuchar Audio)

Israel enviaba este domingo refuerzos de reservistas para sus operaciones en la franja de Gaza pese a decir que vislumbraba el final de su ofensiva, en la que han muerto casi 900 personas en dieciséis días.

El recurso a los reservistas, citado por las televisiones israelíes, podría ser el preludio del lanzamiento de una "tercera fase" de la ofensiva, con asaltos en el corazón de las ciudades y en los campamentos de refugiados, tras los bombardeos de los primeros días y el posterior despliegue de tropas terrestres.

Consultado por la AFP, un portavoz militar señaló que una parte de los reservistas ya participó en combates pero son cada vez más numerosos en ser "integrados" en unidades operativas sobre el terreno.

Según los medios de comunicación, el gobierno dudaba hasta ahora en dar luz verde a una "tercera fase" que prevé el recurso masivo a reservistas, sinónimo de escalada.

La ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, es partidaria de una retirada inmediata del ejército y de ataques sistemáticos posteriormente en el caso de que Hamas prosiga con sus disparos de cohetes hacia territorio israelí.

El ministro de Defensa, Ehud Barak, tampoco quiere pasar a una tercera etapa y es favorable a una tregua que incluya garantías sobre el final del contrabando de armas por túneles situados bajo la frontera entre Gaza y Egipto.

En cambio el primer ministro saliente Ehud Olmert se decanta por la escalada, al igual que el jefe del Shin Beth, el servicio de Seguridad Interior, Youval Diskin, y que el comandante de la región sur de Israel, general Yoav Galant, a cargo de la operación Plomo Endurecido, según las televisiones.

Desde el comienzo de la ofensiva el 27 de diciembre, se ha movilizado a miles de reservistas que siguieron entrenamientos intensivos, aunque sin participar masivamente en los combates.

Estas informaciones salieron a la luz a pesar de que Israel afirmó por primera vez que divisaba el final de su operación.

Olmert, el mismo que ordenó el viernes la continuación de las operaciones militares en Gaza pese a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pide un alto el fuego inmediato, anunció que la ofensiva "se acercaba a sus objetivos".

Abundando en lo mismo, el viceministro de Defensa israelí, Matan Vilnai, estimó que Israel "estaba cerca del cese de las acciones terrestres y de una manera general del conjunto de las operaciones" en la franja de Gaza, controlada por el movimiento islamista Hamas.

Sobre el terreno, donde los bombardeos proseguían por la noche, el ejército israelí realizó incursiones en barrios periféricos de la ciudad de Gaza, mientras los combates hacían mella en el norte del territorio.

El ejército israelí afirma haber atacado "50 blancos" durante la jornada.

Pese a los ataques israelíes, los disparos de cohetes sobre Israel desde la franja de Gaza no han conocido tregua: 19 proyectiles lanzados el domingo sin causar víctimas.

Desde el 27 de diciembre fueron disparados más de 660 cohetes que dejaron cuatro muertos, llegando incluso a alcanzar -según Israel- ciudades a más de 40 km de la franja de Gaza.

Más de 30 personas, entre ellas al menos diez activistas pero también civiles, perdieron la vida por disparos y ataques israelíes el domingo, según fuentes médicas palestinas.

El ejército israelí lanzó octavillas sobre Rafah pidiendo a la población que evacue diversos barrios en previsión de nuevos ataques contra túneles de contrabando bajo la frontera con Egipto.

Tres policías egipcios y dos niños resultaron heridos en el lado egipcio de la frontera de Rafah por fragmentos de misiles, según los servicios de seguridad egipcios.

Según un último balance del jefe de los servicios de urgencia de Gaza, Muawiya Hassanein, hay al menos 889 palestinos muertos, entre ellos 275 niños, y más de 3.620 heridos desde el inicio de la ofensiva.

El jefe de Hamas en el exilio Jaled Mechaal sostuvo el sábado que Israel no había conseguido "ningún objetivo" y prometió continuar el combate.

Un millón de personas viven sin electricidad hacinadas en condiciones paupérrimas en este territorio, unas 750.000 no tienen agua y los hospitales funcionan a duras penas con generadores de emergencia, según la ONU.

Entretanto prosiguen los esfuerzos diplomáticos centralizados en Egipto.

Una delegación de Hamas viajó a El Cairo, donde llegará el lunes un responsable del ministerio de Defensa israelí para, según Egipto, arrancar un alto el fuego previo a una negociación.

Brasil hizo una entrada en escena en la región con una gira de su canciller Celso Amorim, que abogó por una salida pacífica en una reunión con su homóloga israelí.

En Washington, el presidente electo Barack Obama anunció la puesta en marcha de un equipo que trabajará por la paz desde su investidura el 20 de enero.

Miles de personas se han manifestado en el mundo contra la ofensiva israelí, principalmente en Bruselas, Madrid y Rabat. En Londres miles de personas salieron a las calles en solidaridad con Israel.