“Barreda denunció a Berta para quedarse solo en la casa”

Entrevistado por Canal 26, el Dr. Miguel Angel Maldonado sostuvo que a Ricardo Barreda, que gozaba de la prisión domiciliaria, le falló su estrategia porque terminó otra vez preso.

“El se presentó en la justicia por un articulo del Código Civil, para que se tratara e internara a Berta por sus dificultades mentales. Su objetivo era quedarse en el casa solo”, remarcó.

Pero luego de estudiar el caso, la Justicia determinó que el odontólogo era “un peligro” para ella y ordenó que volviera a prisión.

“Barreda es muy astuto, siempre lo ha demostrado. Pero esta vez se equivocó”, sostuvo Maldonado.

Es que las pericias psicológicas realizadas a la pareja determinaron que la continuidad de la convivencia podrían generar una "situación de peligro inminente, producto de la combinación de la presunta debilidad mental de la señora y el riesgo de provocar una reacción de Barreda".

Por eso, y al no contar Barreda con otro domicilio donde alojarse, el juez revocó la libertad condicional y ordenó la detención del múltiple homicida, quien fue llevado a la unidad penal de Olmos, en el partido de La Plata.

Pero según trascendidos periodístico, Barreda ya tendría otra novia que estaría dispuesto a alojarlo en su casa. “El es definidamente heterosexual. Tuvo unas cuantas novias. Va a estar con un pie en la tumba y seduciendo mujeres. En un momento reconocían que era un tipo seductor, coincidían los especialistas. Si se desconoce la historia de él, para algunas mujeres es seductor. El ha sido muy afecto a las novias. La construcción que estaba levantando en Mar del Plata era porque allá tenía una novia, que lo recibía junto a la mamá de ella. Tiene un delirio de reivindicación. El siempre quiso encabezar otra familia”, contó Maldonado.

Y recordó que “el día que cometió el hecho se fue a un hotel de La Plata para tener relaciones sexuales con otra mujer, lo que habla de un trastorno mental importante. Porque tener una erección después de haber matado a su esposa, su suegra y sus hijas es como para estudiarlo”.

El odontólogo fue condenado en 1995 a la pena de reclusión perpetua por el homicidio de su esposa Gladys McDonald (57), su suegra Elena Arreche (86) y sus dos hijas Cecilia (26) y Adriana (24), episodio ocurrido el 15 de noviembre de 1992 en su residencia de calle 48 y 11 de La Plata.