Burzaco, la nueva amenaza para FIFA por casos de corrupción

El empresario Alejandro Burzaco, acusado por la justicia de los Estados Unidos en la investigación por corrupción en la FIFA, se entregó en la ciudad de Bolzano, al norte de Italia.

El ex CEO de Torneos y Competencias, echado por la empresa tras el destape del affaire en Zurich que tiene ahora a ocho detenidos, se presentó acompañado por dos abogados, y con pasaporte italiano, por lo cual su proceso se definirá entre las autoridades de Italia y de Estados Unidos.

En Italia dan por seguro que se entregó "a cambio de información", según dio cuenta el portal del diario Alto Adige, de la ciudad de Bolzano, con el objetivo de bajar sustancialmente la pena en caso de ser considerado culpable, que puede llegar a los 30 años de prisión.

Si lo acepta la justicia italiana, Burzaco será extraditado a los Estados Unidos y no pasaría por la Argentina, donde se inició una causa.

Para el secretario de Seguridad argentino, Sergio Berni, por ahora "son especulaciones" que Burzaco se haya entregado a cambio de aportar colaboración a la Justicia estadounidense.

Mientras portales informativos daban cuenta de una inminente entrega en la Argentina, Berni dijo que se estaba en "etapa de investigación" y que el caso tenía carácter de "confidencial".

Burzaco "se ha presentado en la jefatura de Policía y quedó detenido por una división móvil. Se ha presentado espontáneamente. Actualmente está encarcelado acompañado de su abogado a la espera de hacer la audiencia de convalidación como indica el código de procedimiento en casos de requerimientos internacionales", señaló el jefe de la Policía de Trentino, Giuseppe Tricarico.

Los tres empresarios argentinos fueron acusados por la Justicia estadounidense del delito de lavado y blanqueo de dinero en el marco de la megacausa que investiga casos de corrupción en la FIFA, y por la que el pasado 27 de mayo fueron detenidos en Zurich siete dirigentes del Comité Ejecutivo de la entidad.

Según el Corriere della Sera, ese día Burzaco logró escapar porque cuando el FBI allanó el Hotel Baur au Lac en Zurich, estaba desayunando.

La investigación, comandada por la procuradora estadounidense Loretta Lynch incluye a dos dirigentes más y a cinco empresarios.

Las otras siete detenciones se produjeron un día antes de que el suizo Joseph Blatter fuera reelegido por cuarta vez al frente de la entidad rectora del fútbol mundial, pero el escándalo provocó que presentara su dimisión al cargo solo cuatro días más tarde.