En medio de marchas en su contra, Bush anunció un plan anti-narcotráfico

Fue luego de su encuentro con el presidente guatemalteco Oscar Berger. Además, reiteró su compromiso de buscar una reforma migratoria amplia en su país que permita la regularización de los inmigrantes ilegales. El mandatario norteamericano viajará ahora a México donde finalizará su recorrida.

Por Canal26

Lunes 12 de Marzo de 2007 - 00:00

El presidente de Estados Unidos, George W.Bush, anunció la voluntad de su gobierno de impulsar un programa regional de lucha contra el narcotráfico, y reiteró su compromiso de buscar una reforma migratoria amplia en su país que permita la regularización de los inmigrantes ilegales.

Bush se entrevistó hoy con su par de Guatemala, Oscar Berger, para analizar temas vinculados a las relaciones comerciales a la luz del tratado de libre comercio para Centroamérica (CAFTA), la lucha contra el narcotráfico, la inmigración ilegal y el fortalecimiento democrático.

Salvo una manifestación en el centro histórico, la ciudad de Guatemala estuvo en calma durante la visita, más allá del cierre de importantes arterias y la notoria presencia policíaca y militar en las calles que se registró desde la noche del domingo.

Bush llegó a Guatemala después de visitar Brasil, Uruguay y Colombia, y antes de viajar a México, punto final de su gira por América Latina y al que llegará con una agenda igualmente centrada en la lucha regional contra el narcotráfico y la búsqueda de una nueva política migratoria.

En distintos momentos de la jornada, el mandatario visitante se dejó ver besando niños, cargando cajones de lechuga y recibiendo regalos típicos, mientras los decenas de agentes del servicio secreto de los Estados Unidos extremaron las medidas de seguridad.

"El narcotráfico desestabiliza grandes áreas, genera tensiones a los países y dificulta a las poblaciones prosperar. La mejor manera es pensar a nivel regional porque los narcotraficantes operan en un ambiente libre de fronteras", afirmó Bush en una conferencia de prensa que ofreció con Berger.

En la cuarta etapa de su gira latinoamericana, Bush admitió que "el narcotráfico es un problema muy grave para Estados Unidos, y demanda un mejor trabajo para convencer a nuestros ciudadanos de reducir su consumo, lo que hará más difícil para las pandillas hallar mercados".

En esa línea, reafirmó el compromiso de su gobierno en la lucha contra las bandas de crimen organizado centroamericanas y promovió la lucha regional mediante "el intercambio de información, el incremento de las comunicaciones, la protección de los niños de las pandillas y mejorar la educación".

Al referirse al problema de la inmigración ilegal en Estados Unidos y las deportaciones de latinoamericanos, problema central para Guatemala, Bush reiteró su vocación por alcanzar "una reforma migratoria amplia" para lo cual anticipó "la búsqueda de consensos en el Congreso" norteamericano.

"El sistema necesita correcciones y hablamos de una estrategia para una reforma migratoria amplia en el Congreso. No podemos imponer un cronograma pero debemos trabajar con los dos partidos para intentar que en agosto podamos conciliar los proyectos de ley en el legislativo", explicó.

El mandatario admitió que "otorgar ciudadanía automática a todos los inmigrantes ilegales es inaceptable para muchos" en su país, pero dijo que hay "consenso en crear programas de trabajo temporales para evitar el ingreso clandestino, la compra de documentos falsos, o el pago a un coyote", como se conoce a los "pasadores" de gente en la frontera.

Sobre el tema, Berger dijo a la prensa que Bush le aseguró que "no hay instrucciones expresas de perseguir a ciudadanos guatemaltecos, no hay una intencionalidad", y entendió que "nunca hemos estado tan cerca de encontrarle una solución al problema de los indocumentados".

En Estados Unidos viven 1,3 millones de guatemaltecos, de los cuáles el 60 por ciento son indocumentados.

Bush dijo que las relaciones con Guatemala "son más firmes que nunca. Somos amigos, nuestros países son democracias, somos socios comerciales y trabajamos por la justicia social", y además calificó al país centroamericano como "una democracia fuerte y vibrante con un gobierno responsable que lucha por la transparencia y la mejora de los derechos humanos.".

En cuanto a las relaciones comerciales, Bush dijo que existe entre ambos países un "activo comercio al amparo del CAFTA, el cual ayuda a sacar la gente de la pobreza" y resaltó que este tratado de libre comercio permitió a muchos pasar "de la agricultura de subsistencia a la producción comercial".

Resaltó en este aspecto la experiencia del programa Labradores Mayas "quienes encontraron sus mercados en centroamérica y Estados Unidos a través del libre comercio".

Antes de su encuentro con Berger, Bush cumplió las visitas programadas a comunidades mayas en el oeste del país, mientras en la capital miles de personas salieron a las calles para manifestar su rechazo a su presencia.