Independiente ganó con su nuevo DT Pellegrino

Un cabezazo de su delantero Lucas Albertengo le permitió a Independiente vencer esta noche a Temperley por 1 a 0 en el encuentro disputado por la décimo séptima fecha del torneo de Primera División.

El gol del delantero "rojo" llegó a los 8 minutos del segundo tiempo, tras un centro de Martín Benítez.

Con este triunfo Independiente hace cuatro fechas que no pierde y con Mauricio Pellegrino como DT sumó su segundo triunfo al hilo, mientras que el "gasolero" lleva tres jornadas sin conseguir victorias.

El partido se inició con un equipo local tratando de hacerse del mediocampo con Di Lorenzo y Fabián Sambueza, pero Independiente se abloqueló bien en la defensa y fue criterioso para salir en ataque, en especial con un muy buena producción de Benítez.

Sin embargo, las acciones de gol ante los arcos fueron escasas, debido a las imprecisiones y el vértigo con el cual el partido se disputó.

Lo que sí supo aprovechar el "rojo" fue la subida de Papa por la izquierda, aunque Pisano no supo entrar en la misma órbita que Albertengo y Benítez.

Temperley sufrió la poca participación de Esparza, lo que hizo que Grbec estuviese muy solo entre los centrales del conjunto de Avellaneda.

A los 23 un muy buen avance de Benítez terminó en un pase a Albertengo y el remate del delantero lo mandó al córner Crivelli en gran acción.

Temperley careció de situaciones claras, porque se confundió en el camino hacia el gol y Di Lorenzo no pudo encontrar la forma de aportar claridad, ante un Independiente que defendió cada pelota que llegó cerca de su área.

Para el complemento la fórmula Benítez-Albertengo volvió a dar sus réditos, porque el primero mandó un córner a los 8 y la cabeza de su compañero hizo el resto, para dejar sin chances a Crivelli y abrió el marcador.

Desde el resultado Independiente dominó psicológicamente a su rival, que nervioso y sin demasiados recursos nunca pudo encontrarle la vuelta al partido.

Encima Benítez estuvo intratable cada vez que puso de manifiesto su habilidad, y a los 24 le robó un balón a Di Lorenzo y remató desde afuera del área, pero el travesaño salvó a Temperley.

Confundido y enmarañado consigo mismo, Temperley apostó por algunos cambios, pero ninguno le dio el efecto deseado, porque sus mejores valores estuvieron lejos de poder proponer movimientos que superen a la defensa rival.

Independiente terminó ejerciendo una superioridad, que si bien no se exhibió de manera manifiesta, fue notoria como para justificar el resultado.