Reclaman que no cierre un tradicional colegio del barrio de Caballito

Padres y alumnos del centenario colegio Santa Rosa, del barrio porteño de Caballito, realizaron una protesta contra el cierre de la institución anunciado por las autoridades.

"Santa Rosa no se cierra", coreaban los estudiantes del nivel secundario en las puertas del edificio, donde estudian más de 500 alumnos, mientras los padres reclamaban una reunión con la dirección del colegio, que fue prometida para el viernes próximo.

Los padres expresaron que recibieron "una comunicación que dice que el próximo año no habrá más inscripciones", y las autoridades sostienen que "el cierre es una decisión irrevocable".

Los padres sospechan que el cierre del colegio se debe a que "hay un proyecto inmobiliario", según manifestaron.

Las autoridades de la escuela indicaron que "la decisión es irrevocable", tras agregar que no harán más declaraciones, "aunque es más complicado de lo que parece".

Y ante un pedido de aclaración respondieron: "digan lo que quieran; los periodistas siempre dicen lo que quieren. Esto no es un show, es un colegio donde se está dando clase".

En tanto, el titular de la Dirección de Gestión Privada del Ministerio de Educación del gobierno porteño, Luis Liberman, confirmó que "no hubo una comunicación oficial del colegio, no informaron nada, aparentemente va a haber un cierre paulatino".

"Los docentes nos contaron que en una reunión hace dos días les comunicaron que desde 2007 se iban a desactivar las inscripciones, y que se iba al cierre definitivo", agregó el funcionario.

Liberman expresó que "llama la atención porque este colegio no figura entre los que tienen una situación crítica con respecto a la infraestructura, y tampoco tienen problemas financieros".

El colegio, ubicado en Rosario 638, pertenece a la congregación misionera del Sagrado Corazón de Jesús y fue fundado en 1901.

Por sus aulas, donde se dictan clases en los niveles preescolar, primario y secundario, circularon generaciones de familias del barrio por lo que es parte de la identidad cultural de la zona.

Liberman aclaró que el colegio depende del área de Gestión Privada "para la subvención del 60 por ciento de los salarios y la validez oficial de sus títulos, pero es una institución autónoma que la maneja una entidad propietaria que es una congregación".

Aclaró que desde el gobierno "se está enviando a supervisores para hacer un seguimiento de la situación, se está viendo cómo se mitiga el impacto y cómo se intenta cambiar esta decisión, pero para eso hay que sentarse con la entidad propietaria".

"Nos duele mucho que se cierre y más aún una escuela que expresa parte de la identidad del barrio de Caballito; desde el Estado tenemos las herramientas para evaluar un plan que permita la continuidad, pero si deciden cerrar acompañaremos a los padres a buscar otro colegio", finalizó.