Una policía baleó a un custodio de disco gay por incidente con su novia

Una verdadera disputa pasional se generó en el boliche Gotika, de Rosario, cuando una suboficial de policía baleó al custodio del lugar tras una pelea que incluyó insultos, amenazas y forcejeos entre seis personas.

La protagonista de esta historia es la suboficial Patricia Castro quien desató su furia luego de que una mujer le tocara la cola a su novia en el baño. Allí comenzó una discusión lésbica a los golpes.

Un custodio de la disco entró al baño a controlar la pelea y terminó herido de bala por la policía. Sebastián Ocampo, de 28 años y 138 kilos, fue testigo de la discusión a los gritos por “un tema de celos, de reproches entre ellas”: “Me asomé y les dije: ‘Si siguen peleando, van a tener que salir’. Castro me respondió: ‘No sabés con quién te metés’. Tenía una actitud soberbia, me imaginé que era rata o policía. Le pedí que se tranquilizara, pero me insultó y se me abalanzó”, dijo Ocampo. La novia de la suboficial intentaba separarlos, mientras un amigo de la pareja le gritaba al custodio que se fuera. Cuando intervino el jefe de seguridad de Gótika, Castro –de treinta años, estatura baja y cutis moreno– repitió su amenaza, aunque esta vez exhibiendo su pistola.

Después, vino lo peor: “Luego de hacer salir a las mujeres y a su amigo a la calle, mi jefe les advirtió que iba a llamar al comando policial. ‘Sacada’, la policía extrajo su nueve milímetros de atrás de la cintura y me apuntó. Sentí una explosión y me caí cuando intenté dar un paso”. La bala entró por el costado interno de su pierna derecha, salió diez centímetros por debajo de la rodilla y le fracturó la tibia. Eran las 5 de la mañana.

Ocampo, siguió con su relato: “Me caí y no vi nada más. Un compañero me tiró adentro del boliche. Pasó como media hora hasta que la ambulancia me llevó al hospital”. Estuvo hasta el lunes en el Hospital de Emergencias “Clemente Álvarez”. Luego del disparo, Castro y sus dos acompañantes corrieron a un Polo bordó y salieron tan rápido que casi chocan con el móvil policial que llegaba en ese momento.

Horas después, la policía (habitúe del lugar, estaba vestida de civil) fue detenida, obligada a entregar su arma e indagada por la jueza de Instrucción Alejandra Rodenas bajo los cargos de abuso de armas y lesiones graves. De no tener antecedentes, recuperaría la libertad pero se le hará un sumario interno.

El director de Gótika, Pedro Paradiso Sottile, aseguró que “es un multiespacio súper tranquilo, estamos hace más de tres años y es muy raro que pase algo así”. El lugar está equipado con un detector de metales manual, pero “a veces sucede que a los habitués no se los controla”, admitió después de los hechos.