De Malvinas a Luján: un avión Tracker que combatió en la guerra fue restaurado por excombatientes y exhibido cerca de la Basílica
La aeronave fue emplazada junto al Monumento a los Caídos y Veteranos de la Guerra de Malvinas, tras una larga restauración realizada por los propios excombatientes.

Emotivo momento entre los héroes de Malvinas en Luján. Desde el sábado 22 de noviembre, en el Monumento a los Caídos y Veteranos de la Guerra de Malvinas, se exhibe el avión Grumman Tracker S-2E con un emotivo acto que reunió a la comunidad, excombatientes y de diversas ciudades del país y sus familiares.
La aeronave fue emplazada tras una larga restauración realizada por los propios excombatientes del Centro de Veteranos de Guerra de Luján. El emblemático avión es un Grumman Tracker de combate antisubmarino que operaba realizando vuelos de reconocimiento.

Hallazgo y restauración del avión
Había sido detectado en un oscuro galpón de Bahía Blanca por el Centro de Veteranos de Guerra de Luján, que lograron transportarlo más de 800 kilómetros por cinco rutas de la provincia de Buenos Aires hasta Luján, adonde llegó el 18 de mayo del año pasado. Fueron ellos quienes -durante más de un año y medio- lo recuperaron con rigor histórico en el Aeroclub, replicando sus detalles técnicos y estéticos.
La colocación del avión se realizó el 17 de noviembre, aunque su inauguración se llevó a cabo el sábado. El proyecto no solo honra la memoria de quienes lucharon en la Guerra de Malvinas, sino que también ofrece a las futuras generaciones un testimonio tangible de la historia nacional.
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La cifra de soldados que partieron de Luján para tomar parte de la Guerra de Malvinas alcanza a 110 combatientes, seis de los cuales (Roberto Caballero, José Luis Galarza, Juan Peña, Jorge Politis, Enrique Hüdepohl y Rubén Torres) cayeron en medio del fuego cruzado entre las tropas argentinas e inglesas. Un decreto municipal de 2007 los recuerda especialmente cada 10 de mayo, declarado “Día del Ex Combatiente Lujanense”.

Emotivo acto a metros de la Basílica
El intendente Leonardo Boto, junto al Centro de Veteranos de Guerra de esta ciudad, encabezó la ceremonia: “Este avión apunta justo a Puerto Argentino, porque tarde o temprano vamos a volver a Puerto Argentino, porque las Malvinas van a volver a ser parte física de nuestro territorio bicontinental -agregó Boto-. Este avión es la voz de los que ya no están y la voz de millones de argentinos que quieren ver de pie a la patria. Y no es casualidad que en los motores colocaron las islas Malvinas y la Virgen de Luján: una causa noble que nos une y nuestra fe fundante”.

“Si nos unimos en causas trascendentes y nos abrazamos a nuestra fe, estoy seguro de que vamos a recuperar las Malvinas y honrar a estos patriotas. Honor y gloria a los héroes que quedaron en las Malvinas, honor y gloria a nuestros veteranos, a los veteranos de Malvinas de Luján y a toda la escuadrilla de trackers. Luchemos por poner a nuestra patria de pie: ellos no se rindieron, acá no nos rendimos. Las Malvinas fueron, son y serán argentinas. ¡Viva la patria!”, expresó.
Argentina jubiló al último avión antisubmarino operativo del mundo
El cierre de una era en la aviación naval argentina llenó de emoción a Bahía Blanca, cuando el S-2T Turbo Tracker 2-AS-23, el último avión antisubmarino operativo de su tipo en todo el mundo, llevó a cabo un vuelo rasante a mediados de noviembre frente a la Base Aeronaval Comandante Espora, donde se despidió oficialmente del servicio tras más de seis décadas en el país.
Aquellos que presenciaron el evento pudieron ver de cerca una parte de la historia de la aviación marítima nacional. Cabe recordar que atrás de este suceso hubo meses de trabajos para garantizar su operatividad, y el 2-AS-23 volvió a levantar vuelo para completar una breve serie de misiones simbólicas antes de su retiro definitivo.

Esta despedida fue la última muestra del rol vital que el Turbo Tracker tuvo durante décadas que fue vigilar el Atlántico Sur y recorrer miles de kilómetros del litoral para controlar la superficie marítima en busca de actividades y embarcaciones irregulares.
También su capacidad antisubmarina fue clave para la defensa y la protección del Mar Argentino, un elemento estratégico dentro de la Armada nacional.

Participación en la Guerra de las Malvinas
Su participación durante la Guerra de Malvinas es uno de los capítulos más destacados de su historia. Durante el conflicto, los Tracker volaron más de 520 horas sin sufrir pérdidas, un desempeño que fue reconocido con la condecoración “Honor al Valor en Combate”, otorgada a la escuadrilla por su desempeño ejemplar.
Con el paso de los años, las limitaciones técnicas y la falta de repuestos volvieron cada vez más difícil sostener la flota. Sin embargo, el 2-AS-23 se mantuvo operativo gracias al programa de modernización TATA, desarrollado entre Argentina e Israel, que renovó motores, aviónica y autonomía.

















