El barrio con más historia de CABA y favorito de turistas que casi deja de existir: el escandaloso proyecto que buscó demoler San Telmo
Si bien no es el más antiguo de la Ciudad, sus calles empedradas y construcciones de estilo colonial lo convierten en uno de los más visitados. ¿Por qué buscaron derrumbarlo?
San Telmo, que con apenas 1,2 km² lo convierte en el barrio más pequeño de la Ciudad de Buenos Aires, deslumbra a turistas y amantes de la historia con sus construcciones antiguas y calles empedradas. Casi como detenido en el tiempo para impedir que se olviden de aquella Buenos Aires colonial. Pero lo que hoy es un lugar turístico, hace casi 70 años estuvo en riesgo de desaparecer.

Un proyecto ambicioso consistía en demoler San Telmo para levantar allí un nuevo de diseño moderno y con capacidad para 400.000 habitantes. Auspiciado por el Banco Hipotecario, buscaba darle densidad a esa zona del sur por estar “atrofiada y en pésimas condiciones de habitabilidad”. Cómo fue el plan que casi acaba con la ciudad del ayer.
Demoler San Telmo
Bautizado como Barrio Sur, buscaba renovar las 200 hectáreas porteñas que se encontraban encerradas entre las avenidas Caseros, 9 de Julio, Belgrano y Paseo Colón. Si bien no fue concretado, quedaron planos y los artículos de la época de lo avanzado que estaba el intento por no dejar vestigio de lo que fueron las primeras décadas de la capital del Virreinato y posterior país.

El plan surgió durante la presidencia de facto de Pedro Eugenio Aramburu y la iniciativa la tomó el presidente del Banco Hipotecario, Manuel Rawson Paz. Se contrató a Antonio Bonet, un prestigioso arquitecto catalán que había trabajado en el estudio de Le Corbusier en París y que en la Argentina había formado el grupo Austral.
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La idea básica era demoler absolutamente todo, dejando algunos edificios de grandísimo valor histórico, muy pocos. Se respetaría la traza de las manzanas, saliendo los diferentes niveles: peatonal, el vehicular, el basamento de uso comercial y después las torres de diferentes alturas. Con esto se buscaba incrementar un 957% la cantidad de habitantes del área a remodelarse.
Cómo sería el Barrio Sur
Estaría dividido en seis grandes manzanas, rodeadas y separadas entre sí por las calles y avenidas que conectarían esta nueva área porteña con el resto de la ciudad. A eso sumarle una red terciaria de calles de tránsito más lento ingresaría a cada uno de estos seis bloques del nuevo vecindario para llegar a diversos anillos de estacionamiento.

Las viviendas organizadas en tres tipos de edificaciones. Primero casas de dos plantas; luego, edificios de 11 pisos, de 30 metros de altura; y, finalmente, varias torres de unos 100 metros de alto, con 35 pisos. En el centro de cada uno sectores se ubicaría un gran corazón verde.
Se había estimado que todo tardaría 15 años, con inversiones de 19.000 millones de pesos.

Oposición y dejar todo como está
Se conformó la Comisión Vecinal de Defensa de la Zona Sudeste para manifestarse en contra del plan que organizó una importante movilización y juntó firmas.
La parte política sería un impedimento porque la revista Mayoría, de tendencia peronista, señalaba: “El barrio norte fue siempre predominantemente ‘contrera’ y los barrios del sud predominantemente peronistas -decía la publicación-. Por eso, ante este arbitrario proyecto de remodelación del Barrio Sur, sus habitantes expresan en voz baja: ‘Este es el desquite del Barrio Norte’”.
El 18 de agosto de ese mismo año, el Banco Hipotecario que había lanzado el proyecto dio a conocer a la prensa la resolución de la Junta Consultiva Militar que daba de baja la propuesta del Barrio Sur.


















