Disputa territorial en Sudamérica: las claves para entender el conflicto entre Perú y Colombia en la frontera común

Colombia y Perú mantienen un choque de intereses por la isla Santa Rosa, situada en el río Amazonas, en la triple frontera con Brasil. La soberanía de este territorio fue puesta en duda recientemente por el presidente colombiano, Gustavo Petro, lo que desató un cruce de declaraciones con el gobierno presidido por Dina Boluarte.
El problema reside en que la formación fluvial -donde residen alrededor de 3.000 habitantes- es relativamente reciente y no existía al momento de firmarse el Tratado Salomón–Lozano en 1922 ni durante la delimitación de 1929, por lo que no fue incluida en los acuerdos fronterizos de la época.

Sin embargo, el Gobierno peruano considera que la isla Santa Rosa está unida a la isla peruana de Chinería y por lo tanto está sometida a su soberanía y jurisdicción nacional, que ejerce hace décadas en total armonía con los vecinos colombianos de Leticia.
Colombia sostiene que toda nueva isla en el río debe ser objeto de un acuerdo bilateral para asignar su soberanía, tal como establece el Protocolo de Río de Janeiro de 1934, mientras que Perú defiende que el territorio le pertenece en virtud de tratados históricos y su ubicación geográfica.
También podría interesarte
¿Por qué se reflotó el antiguo conflicto territorial entre Colombia y Perú?
El conflicto se reactivó luego de que, el pasado 12 de junio, el Congreso peruano aprobara por unanimidad la creación del distrito de Santa Rosa de Loreto, integrándolo formalmente a su estructura administrativa. Para Bogotá, este paso representó un intento unilateral de anexión y una amenaza al libre acceso colombiano al Amazonas desde la ciudad de Leticia.
El presidente Gustavo Petro respondió con dureza, afirmando que Colombia no reconoce esa soberanía y alertando sobre riesgos para la navegación. Como gesto simbólico, trasladó las celebraciones patrias del 7 de agosto a Leticia y reforzó el mensaje de que la zona forma parte del patrimonio amazónico colombiano.

El episodio también fue aprovechado por figuras políticas como Daniel Quintero, quien izó una bandera colombiana en la isla y pronunció un discurso nacionalista, en un claro intento de capitalizar el tema con miras a futuras aspiraciones electorales.
La respuesta diplomática de Perú no se hizo esperar. El gobierno presentó una nota de protesta formal reiterando que la isla forma parte de su territorio y respaldándose en los tratados de 1922 y 1934. Incluso, denunció que un avión militar de Colombia invadió presuntamente su espacio aéreo al sobrevolar a baja altura en las inmediaciones de la isla peruana.
Colombia, por su parte, propuso reactivar la Comisión Mixta Permanente para la Inspección de la Frontera Colombo-Peruana (COMPERIF) para discutir el caso, con una reunión prevista para septiembre.
Ambas naciones aseguran que buscan una solución por la vía del diálogo, aunque el tono de las declaraciones públicas elevó la tensión en las últimas semanas.