El misterio de los gatos naranjas: por qué la mayoría son machos y suelen ser los más traviesos

Más allá de su pelaje, estos felinos destacan por su curiosidad, energía y una tendencia a meterse en todos lados, rasgos que los científicos relacionan con su genética.
El misterio de los gatos naranjas.
El misterio de los gatos naranjas. Foto: Unsplash.

Colgarse de lámparas, correr sin parar por la casa, molestar a otras mascotas o morder piernas inesperadamente: estos comportamientos suelen asociarse a los gatos naranjas, protagonistas de numerosos videos virales en redes sociales. La ciencia también estudió por qué estos felinos suelen ser más inquietos que otros.

En primer lugar, hay que aclarar que estos felinos no pertenecen a una raza específica. Desde Maine Coons y Munchkins hasta Bobtails americanos o Siberianos, muchas razas pueden presentar este pelaje. Lo curioso es que, más allá de la raza, muchas personas coinciden en que su personalidad parece única.

¿Por qué los gatos naranjas suelen ser más traviesos? Foto: Unsplash.

El gen detrás del color

En ese sentido, los investigadores identificaron el gen ARHGAP36, responsable del pelaje naranja. Este gen se encuentra en el cromosoma X, lo que explica por qué la mayoría de los gatos naranjas son machos. Las hembras necesitan dos copias del gen para exhibir el color, mientras que los machos, con un cromosoma X y uno Y, solo requieren una.

Esta diferencia genética también podría relacionarse con la percepción de que los machos naranjas son más traviesos y extrovertidos que las hembras.

El gen de los gatos naranjas. Foto: Unsplash.

Estudios sobre personalidad y pelaje

En 2015, un estudio publicado en Anthrozoös encuestó a propietarios de gatos y encontró que los naranjas suelen ser percibidos como más amables que otros gatos. Ese mismo año, otro análisis en el Journal of Veterinary Behavior sugirió que el color del pelaje podría influir en ciertos rasgos de comportamiento, además de la raza.

Carlo Siracusa, científico de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Pensilvania, explica: “Muchas diferencias se relacionan con la raza, pero también con el color del pelaje”.

Gato naranja. Foto: Unsplash.

La ciencia detrás del carácter travieso

El ARHGAP36 no solo determina el color del pelaje, sino que también se expresa en el cerebro y en las glándulas hormonales. Las células responsables del pigmento se originan en la cresta neural durante el desarrollo embrionario, un dato que conecta genética y comportamiento.

Al igual que en humanos, donde ciertos genes influyen en color de cabello y tolerancia al dolor, los gatos naranjas pueden mostrar rasgos conductuales relacionados con su genotipo.

Gato naranja. Foto: Unsplash.

Más energía y caza que amabilidad

Contrario a la creencia popular de que los gatos naranjas son siempre amigables, los estudios señalan que suelen ser más agresivos, temerosos y con un fuerte instinto de caza. Esta combinación de factores los hace especialmente activos y traviesos dentro del hogar, explicando sus escapadas, carreras y travesuras.