Hallazgo impactante: descubrieron en Chubut los fósiles de un dinosaurio carnívoro que habría sido de los últimos en extinguirse

El estudio fue realizado por un equipo interdisciplinario liderado por Lucio Ibiricu, investigador del CONICET en el Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (IPGP).
Científicos del CONICET descubrieron en Chubut una especie de dinosaurio carnívoro.
Científicos del CONICET descubrieron en Chubut una especie de dinosaurio carnívoro. Foto: CONICET.

Científicos del CONICET hallaron una de las especies más completas y jóvenes del grupo de dinosaurios carnívoros Megaraptoridae en Chubut.

Un equipo interdisciplinario liderado por Lucio Ibiricu, investigador del CONICET en el Instituto Patagónico de Geología y Paleontología (IPGP), presentó el hallazgo de una nueva especie de dinosaurio carnívoro: Joaquinraptor casali.

Este dinosaurio pertenece al grupo de los megarraptóridos, conocidos por sus grandes garras y comportamiento depredador. El descubrimiento fue publicado en la revista internacional Nature Communications.

Un depredador tope en el ecosistema del Cretácico Superior

Medía más de 7 metros, pesaba una tonelada y vivió cerca del final de la era de los dinosaurios.

El ejemplar fue encontrado en la Formación Lago Colhué Huapi, en el centro-sur de Chubut, donde hoy se ubican Comodoro Rivadavia y Sarmiento.

Según Ibiricu, Joaquinraptor habría tenido al menos 19 años al momento de morir, y se estima que fue uno de los últimos representantes del grupo Megaraptoridae, justo antes de la extinción masiva ocurrida hace 66 millones de años. “Seguramente era uno de los predadores tope del ecosistema”, afirma el investigador.

Joaquinraptor casali. Foto: Wikipedia.

Un esqueleto articulado y un brazo clave para la osteología del grupo

El hallazgo incluye piezas únicas que permiten comparar con otros megarraptóridos.

Los restos fueron detectados en 2019 y extraídos en campañas sucesivas. El esqueleto está parcialmente articulado, lo que lo convierte en uno de los más completos del grupo.

El estudio detallado de su anatomía, especialmente del brazo articulado y el maxilar, aporta nueva información osteológica y permite revisar las relaciones filogenéticas dentro de los Megaraptoridae.

Interacciones ecológicas: un húmero entre las mandíbulas

Durante la excavación se encontró un húmero de crocodiliforme entre las mandíbulas del dinosaurio, lo que sugiere que estos vertebrados terrestres podrían haber sido parte de su dieta, aunque no se descartan otras interacciones ecológicas.

“Este hallazgo nos da indicios sobre las posibles fuentes de alimento de Joaquinraptor y del grupo en general”, explica Ibiricu.

Un homenaje en el nombre y una colaboración científica federal

El nombre Joaquinraptor rinde homenaje al hijo del primer autor, mientras que casali reconoce a Gabriel Casal, director del Laboratorio de Paleontología de Vertebrados Dr. Rubén Martínez.

El estudio fue realizado por investigadores de CONICET, UNPSJB, Universidad Nacional de Río Negro, IIDEPyS-GSJ y el Carnegie Museum of Natural History, consolidando una red científica nacional e internacional.