Embarazo y parto de una gata: qué hacer antes, durante y después del nacimiento de las crías felinas, según los veterinarios

Cuando se acerca el momento de dar a luz, como cuidadores debemos estar preparados. ¿Qué recomiendan los expertos para afrontar este importante acontecimiento?
Una madre debe estar bien nutrida para poder aliemntar a su gatito recién nacido.
Una madre debe estar bien nutrida para poder aliemntar a su gatito recién nacido. Foto: PEXELS

La llegada de una camada de gatitos al hogar puede ser emocionante. Ver el crecimiento de los felinos desde su nacimiento hasta el momento de su adopción es una experiencia inigualable, ya que permite observar a la naturaleza en todo su esplendor. Sin embargo, con el embarazo y el parto, también llegan los cuidados, ya que es un momento muy vulnerable para las gatas.

De hecho, el momento del alumbramiento puede resultar extremadamente estresante para una gata si no se le proporciona la tranquilidad necesaria para dedicarse plenamente a sus crías. Por lo general (salvo en casos de complicaciones), las hembras están preparadas por instinto para traer a sus bebés al mundo sin intervención humana. Sin embargo, nunca está de más conocer algunos cuidados básicos para acompañarlas en el proceso.

En el caso de los felinos, el período de gestación dura poco más de dos meses (entre 60 y 65 días, en promedio). Cuando se acerca el momento del parto, lo más recomendable —según los veterinarios— es tener todo preparado para facilitar el nacimiento de los cachorros.

Cómo cuidar a una gata emabarazada y a sus cachorros Foto: pexels

Al respecto, el médico veterinario Dr. Diego Ferrera (MP 15228), director del Consultorio Veterinario Paunero, explicó que las gatas suelen buscar un lugar seguro para parir: “Si es la calle, busca alguna casa que alguna vez le hayan dado de comer, una casa que no tengan perros o que no haya otro gato que la esté echando”, expresó.

Por otro lado, el Dr. Ferrera detalló cómo cambia el comportamiento de la gata en los días previos al parto: “Alrededor de los 40 días, empiezan a estar más cerca de sus tutores, empieza a estar más cariñosa y ya busca un lugar seguro para parir. El día exacto que va a empezar el trabajo de parto no come, está inquieta y está buscando un lugar seguro para parir. Puede ser cualquier lugar: abajo de un sillón, arriba de la cama, adentro de un placard, adentro de un baño o hasta abajo de un auto”.

En ese sentido, el veterinario recomendó colocar feromonas en un espacio tranquilo, sin tránsito de personas y con una temperatura adecuada, para que la gata pueda dar a luz en un entorno seguro.

Cómo cuidar a una gata emabarazada y a sus cachorros Foto: pexels

Aunque las gatas saludables suelen tener a sus crías sin mayores complicaciones, es importante que el tutor esté atento a cualquier signo de dificultad. Si el trabajo de parto se prolonga demasiado o la gata se muestra excesivamente fatigada, es fundamental consultar con un profesional. “Cada cachorrito nace con su placenta individual y cada parto es independiente. Es decir, vos podés tener el primer nacimiento bien y después empezar directamente con lo que se denomina como parto distócico”, explicó Ferrera.

Si el cachorro queda trabado en el canal de parto, es considerado una emergencia médica y hay que llamar al veterinario para que vaya a tu casa o llevarla al consultorio, porque tiene altas posibilidades de ir a cesárea”, agregó.

La nutrición, un elemento fundamental durante la gestación y la lactancia

Uno de los puntos clave, según el Dr. Ferrera, es la nutrición de la gata durante el embarazo, ya que influye directamente en su salud y en la de sus crías. Durante la gestación, el cuerpo de la gata atraviesa importantes cambios fisiológicos, por lo que necesita una alimentación específica que le brinde energía, mantenga su peso adecuado y permita un desarrollo fetal óptimo.

Cómo cuidar a una gata emabarazada y a sus cachorros Foto: pexels

Si está bien nutrida, va a tener una gestación adecuada, unos cachorros saludables, un parto adecuado y un postparto mucho mejor, porque una vez que parió, si bien ya no tiene pérdidas de nutrientes porque está generando cachorros, ahora tiene pérdidas porque genera leche para alimentar a sus crías. Entonces, en este momento también la nutrición juega un papel importante”, señaló Diego.

En ese sentido, el veterinario remarcó que, de no contar con una alimentación adecuada, la gestación y el postparto pueden agotar las reservas energéticas de la gata. “Si ella no come la cantidad adecuada con las calorías adecuadas y los nutrientes que necesita, no va a generar una buena leche de calidad. Por lo tanto, vas a tener un déficit nutricional también en los cachorros”, expresó.

¿Y se pueden tocar los cachorros recién nacidos? Respecto al mito de, Diego Ferrera aclara que eso es cosa del pasado. Hoy en día, se pueden manipular cuidadosamente para ayudar a la gata a limpiarlos, acercarlos a la teta o brindarles calor. “Es muy importante que tomen la primera leche porque es la que tiene los anticuerpos”, insistió al ser preguntado por la intervención del hombre minutos después de que la gata tuvo a sus bebés.

Gato recién nacido. Foto: PEXELS

¿Cuándo llevar a la gata al veterinario después del parto?

Si la gata tuvo un parto sin complicaciones, lo ideal es no trasladarla a ella ni a sus crías al veterinario de inmediato, ya que el cambio de ambiente podría alterarlos. Lo mejor es mantenerlos en un lugar tranquilo y seguro hasta que estén totalmente recuperados.

“Si el parto fue normal, los controles son dentro de 30 o 40 días, para pesar a los cachorros, desparasitarlos y brindarles los cuidados sanitarios necesarios”, cerró el Dr. Ferrera.