Triste noticia: murió Pupy, la elefanta del Ecoparque que había encontrado un nuevo hogar en Brasil

Pupy, la elefanta que pasó más de tres décadas en cautiverio en el ex Zoológico de Buenos Aires, hoy transformado en el Ecoparque de la Ciudad, murió el viernes por la noche en el Santuario de Elefantes de Brasil, el refugio donde había comenzado una nueva etapa de su vida en abril de este año.
La noticia fue confirmada por el propio santuario a través de un comunicado publicado en sus redes, donde detallaron que la elefanta sufrió un colapso tras varios días con problemas gastrointestinales.
Murió la elefanta Pupy: el comunicado del santuario
“Con el corazón más pesado compartimos la noticia de que Pupy falleció anoche, momentos después de un colapso”, expresaron los responsables del santuario, que desde su llegada se encargaron de monitorear su salud y acompañarla en el proceso de adaptación a su nuevo entorno.

En los últimos días, Pupy había presentado signos de malestar digestivo y cólicos, pero los tratamientos médicos y la medicación la ayudaban a mantener el apetito y un buen estado general. Sin embargo, en la noche del viernes perdió las ganas de comer y, poco después, al defecar, expulsó alrededor de kilo y medio de piedras negras, según precisaron desde la institución.
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Tras ese episodio, sus cuidadores notaron un cambio repentino en su comportamiento: se mostró más débil, con menor energía y algo distante de las personas que la asistían a diario. “Cuando Scott fue a darle agua, Pupy perdió el equilibrio y se desplomó. La doctora Trish, que está aquí por seis semanas, acudió de inmediato para asistirla, pero ella falleció en cuestión de minutos”, relataron con tristeza.
Una vida marcada por el cautiverio y el deseo de libertad
Pupy tenía 35 años y había pasado casi toda su vida en cautiverio. Llegó al ex Zoológico de Buenos Aires en 1993, procedente de África, cuando apenas era una cría. Desde entonces, vivió en soledad durante largos períodos, hasta que el cambio de paradigma sobre el bienestar animal impulsó el cierre progresivo del zoológico y la transformación del espacio en un ecoparque.

En ese contexto, su traslado al santuario brasileño se presentó como una oportunidad para mejorar su calidad de vida y permitirle experimentar por primera vez la libertad de un entorno natural y la compañía de otros elefantes.
El viaje hacia Brasil se realizó en abril de este año y duró más de cinco días por vía terrestre. Fue un operativo complejo, cuidadosamente planificado por un equipo de especialistas argentinos y brasileños.
Una vez llegada al santuario, Pupy mostró curiosidad por su nuevo hogar y comenzó a explorar el terreno, a bañarse en los estanques y a establecer contacto, aunque de forma gradual, con las otras elefantas residentes.
Su fallecimiento generó tristeza tanto entre sus cuidadores como entre las organizaciones y personas que siguieron de cerca su historia. Desde el santuario, destacaron su proceso de adaptación y la importancia de haberle permitido pasar sus últimos meses en un ambiente más libre y natural. “Pupy dejó este mundo sabiendo lo que era la libertad y el cariño sin rejas”, concluyeron en el comunicado.