El truco fácil, sencillo y económico para evitar la humedad dentro de la caja de herramientas
Son muy útiles y las mejores amigas ante un arreglo o mantenimiento en el hogar, pero muchas veces las herramientas caen en el olvido y desuso por tiempos prolongados. Por ello, la humedad puede convertirse en una de las peores enemigas.
Tener una caja de herramientas es algo fundamental en cualquier hogar, porque con ella se puede organizar, guardar e incluso transportar los utensilios necesarios para hacer cualquier tipo de arreglo o mantenimiento.
Pero muchas veces es olvidada y cae en desuso por tiempos prolongados, y ahí es donde entra a jugar un papel primordial este consejo o truco hogareño para tomar ciertos recaudos.
La humedad, ese enemigo silencioso que también ataca a las herramientas
Como era de imaginarse, también la humedad puede afectar a las herramientas que se guardan en una caja y que permanecen encerradas en ella durante mucho tiempo.
La consecuencia más común es la oxidación de las herramientas metálicas, un problema que no solo afecta su apariencia, sino también su funcionamiento y vida útil.
El consejo o truco casero para evitar la humedad en la caja de herramientas
Para evitar que se deterioren las herramientas existe un truco muy simple, fácil y económico que se puede realizar sin mayores inconvenientes: colocar una tiza dentro de la caja de herramientas.
La tiza es altamente efectiva para absorber la humedad del ambiente, lo que ayuda a mantener el interior de la caja seco y a prevenir la aparición de óxido en llaves, destornilladores, pinzas y otros elementos metálicos.
Asimismo, la tiza cumple otras funciones prácticas, como por ejemplo, poder hacer marcas rápidas y sutiles sobre madera o metal, así como también es muy efectiva para limpiar manchas de grasa durante tareas de lijado.
Otro beneficio de este truco sencillo es que contribuye a reducir los malos olores que se pueden acumular en espacios cerrados, principalmente cuando la caja de herramientas permanece cerrada durante mucho tiempo.
La tiza, por tanto, se vuelve una alternativa mucho más accesible, fácil de comprar y sencilla de reemplazar cuando ya pierde su efectividad.
Aplicar este truco es muy sencillo: solo hay que colocar pequeños trozos de tiza dentro de la caja de herramientas. Cuando se nota que ya no está cumpliendo la función por la que fue colocada allí, solo basta con reemplazarla por una nueva tiza.
Una opción más prolija es colocar la tiza dentro de pequeñas bolsas de tela antes de introducirla en la caja.
Un dato a tener muy presentes es que hay que estar muy atentos al lugar en donde se guarda la caja de herramientas. Lo ideal es un espacio seco, limpio y seguro, tal como un garaje, un ropero o armario. Así, las herramientas podrán estar secas y seguras por mucho más tiempo, listas para ser usadas cuando se las necesite.