Hoy tiene menos de 200 habitantes y es considerado un pueblo fantasma. Pero 100 años atrás una visita transformó el lugar para siempre. Conocé su historia.
El pueblo que asfaltó su avenida por un futuro rey. Foto: Instagram @viejasestacionesypueblos
El 17 de agosto de 1925 el entonces Príncipe de Gales, quien luego se transformaría en Eduardo VIII, llegó a la Argentina con el objetivo de darle un empujón al comercio con Gran Bretaña. Su visita fue motivo de sucesivas historias que vale la pena recordar.
Años antes, en 1896, llegaba el primer tren al pueblo Ernestina -a 180 kilómetros de Buenos Aires- quien luego uniría destinos con este infame personajes de la realeza británica. ¿Cómo fue eso posible?
Hoy pueblo fantasma, Ernestina atrae el interés de curiosos. Foto: Instagram @viejasestacionesypueblos
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La agenda de Eduardo fue más que atareada, podría decirse que no paró un segundo entre los eventos que incluían recorridos, comidas y fiestas. También realizó una gira por el interior. Visitó la ciudad de La Plata, Chapadmalal, Mar del Plata, la estancia correntina de Itá Caabó en Mercedes, y luego el establecimiento bonaerense Huetel.
Aquí es donde su destino se une con el humilde pueblito de Ernestina, ubicado en el partido de 25 de Mayo y que se llamó así en honor a Ernestina Gándara Casares de Keen, esposa del fundador, Enrique Keen.
Es verdad que su calle principal fue asfaltada -en realidad con brea y alquitrán- al esperar la visita real quien iba de paso hacia la estancia Huetel. Pero no todo lo que se transmite sobre lo sucedido es real.
EL Príncipe de Gales llegó a la Argentina en 1925
Hay quienes sostienen que el hombre bajó y caminó por estas calles, y los que dicen que en realidad nunca asomó sus narices del vagón.
“En realidad el príncipe nunca bajó en el pueblo; es un mito, una historia mal contada”, dijo el vecino Fernando Terrizzano a Clarín. “Según mi viejo, que en 1925 recién se instalaba aquí como el médico del pueblo, el príncipe pasó en el tren, pero... borracho; se sabe que pasaba gran parte del tiempo en ese estado", agrega.
"Sí es cierto que bajó en Huetel, la estación que estaba dentro de la estancia, desde donde mandó una foto en la que, montado en un caballo, saludaba al Dr. Keen, que era dueño de estas tierras. Pero en realidad nunca bajó en Ernestina”, cerró.
Ernestina, "el pueblo real". Foto: Instagram @viejasestacionesypueblos
En su época de esplendor, Ernestina llegó a albergar unos 1.800 habitantes y una amplia variedad de servicios, entre ellos el teatro, la sastrería, hotel, un club deportivo, y otros comercios más, que se vieron afectados por el declive del transporte ferroviario que, lentamente, llevó a este pueblo al olvido.
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Este pueblo es ideal para toda la familia, pero es aún más especial para los amantes de la historia y la arquitectura que pueden recorrer la avenida San Martín, un bulevar de dos cuadras con aspecto señorial, con una fuente central y palmeras centenarias. También podrán visitar el Teatro Argentino, un edificio emblemático del lugar, sin mencionar la iglesia neogótica, inaugurada en 1912.
Otra de las atracciones para visitar son Enrique Keen, que cuenta con enormes patios y arcadas de ingreso, como también la historia del "asfalto real", los cuales contemplan los restos del pavimento colocado durante la supuesta visita del Príncipe de Gales en 1925, que dio origen a esta obra. Todos estos lugares, junto con la antigua estación de tren, son ideales para sacar fotografías y crear bellos recuerdos.
Ernestina queda en el partido de 25 de Mayo. Foto: Instagram @viejasestacionesypueblos
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Para llegar a este pueblo escondido en el partido de 25 de Mayo, a unos 177 kilómetros de CABA, se debe tomar la autopista Ezeiza-Cañuelas hasta tomar la ruta 205, que llevará hasta el empalme con la ruta provincial 30. Al llegar al paraje Forastieri, se debe tomar el camino de tierra a la derecha por unos 8 kilómetros. En cambio, si el día está lluvioso, se recomienda continuar 10 kilómetros más hasta llegar a la Ruta Provincial 40 y doblar a la derecha.
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