Rodillas al pecho, el estiramiento ideal para un dolor de espalda habitual: cómo realizarlo correctamente

Para el dolor de espalda habitual existe un estiramiento rápido y efectivo: las rodillas al pecho, un ejercicio que se puede incorporar sin necesidad de materiales y en pocos minutos.
Este tipo de estiramiento funciona para relajar los músculos y reducir la rigidez vinculada a la artrosis o la estenosis. El movimiento de columna favorece la lubricación articular, mejora el riego sanguíneo y ayuda a llevar nutrientes a las zonas afectadas.

El ejercicio es recomendable empezar con rodillas al pecho con una sola pierna alternada para reducir la exigencia sobre los abdominales. Sin embargo, si con el pasar de los días no aparece dolor, se puede empezar con las dos piernas. Cabe aclarar que ante dudas o dolor persistente se debe consultar con un profesional.
Cómo se realiza el estiramiento de rodillas al pecho
Primero se empieza boca arriba con las rodillas flexionadas y los pies apoyados. Luego elevar levemente una pierna hasta sujetar la parte inferior con ambas manos, y entrelazar los dedos por debajo de la rodilla. En ese momento se debe estirar suavemente el tronco intentando relajar la pelvis, cuerpo y zona lumbar.
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Con las dos piernas es lo mismo, primero subir una y luego la otra y siempre sujetarlas de la parte inferior. Este ejercicio necesita de más fuerza abdominal, por lo que se debe hacer progresivo.
Para qué funciona estirar con las rodillas al pecho
1- Relajar y estirar la zona lumbar:
Ayuda a aliviar la tensión en la parte baja de la espalda, por eso se recomienda para personas que pasan mucho tiempo sentadas o tienen molestias lumbares.
2- Mejorar la flexibilidad de la cadera y la pelvis:
Al acercar las rodillas al pecho, se estiran los músculos de los glúteos, los isquiotibiales y los flexores de la cadera.

3- Favorecer la circulación y la relajación general:
Este movimiento estimula la circulación en la zona baja del cuerpo y puede generar una sensación de alivio o descanso.
4- Corregir la postura y descargar la columna:
Cuando se realiza acostado boca arriba, ayuda a “descomprimir” ligeramente la columna, lo que puede reducir la presión entre las vértebras lumbares.