Calle 13: una fiesta de reggaeton y protesta contra Bush

La banda de Puerto Rico trajo su diversión a la Argentina. El Residente y el Visitante salieron del closet por su ritmo pegadizo con letras sucias pero alegres y esos mensajes contra la política estadounidense. Hicieron bailar a todo el Luna con su combinación perfecta del nuevo sonido que seduce a todos. Por Claudia Seta

Por Canal26

Domingo 2 de Marzo de 2008 - 00:00

Había fiesta en la Calle 13. Un verdadero show de música pegadiza y de protesta. Es que el Residente y el Visitante, ambos creadores de esta banda, se dedican a escribir canciones con ritmo para bailar con letras alocadas y algunas con mensajes políticos.

La gente está ansiosa, el show en el Luna da inició con un Circo, tal como se llama está gira del dúo más polémico de los últimos tiempos. Malabaristas aparecen en escena junto a bailarines que hacen piruetas. Pero falta el domador, entonces el Residente toma las riendas y sale para cantar “Suave”, que de tranquilo no tiene nada porque hace delirar a la gente y mover las caderas al ritmo de ese reggaeton sucio -por sus letras directas con connotación sexual-, mezcla de reggae, hip hop, rap y cumbia. Una combinación perfecta del sonido que suena a rabiar en las radios y discos.

Cuando la música para por un segundo, hay tiempo para que la voz lìder haga sus reclamos contra George Bush, a quien llama “el cabrón del Norte”. Una manifestación clara en ”La fockin moda” y “Llegale a mi guarida”. Se suceden varios momentos en que el Residente apunta contra el presidente de EE.UU. El público lo apoya con sus aplausos y sus insultos contra el mandatario. Aunque el cantante se equivoca pegarle a la prensa que los critica, porque también estas los medios que saben apreciar su trabajo, su estilo y su forma de manifestarse contra las guerras.

Es tiempo de la “Cumbia de los aburridos”, que encanta a la gente. Bailan los aburridos, los deprimidos, y hasta “la gordita metiendo la barriga”, como dice la estrofa del tema.

Luego hay lugar para los fans. El Residente hace subir al escenario a una adolescente que se queda totalmente inmovible ante su ídolo, que elige cantarle una canción romántica, sin dejar de ser reggaeton, “El beso de desayuno”. Más tarde, la fiesta alcanza uno de los puntos más altos cuando varias chicas bailan “Se vale todo” con el galán sucio del reggaeton. Lo tocan, lo besan, le mueven las caderas cada vez más cerca. A él le gusta, sabe que seduce con ese físico envidiable, músculos bien marcados y sonrisa compradora. “La hormiga brava” suena en la noche, con la voz particular de esa cantante parte de la Calle 13, que acompaña a la perfección al cantante.

Los momentos bien argentinos se hace presente cuando la Chilinga se suma a los músicos para acompañarlos en “Pal’ Norte” -otra canción contra EE.UU.- y Bajo Fondo Tango Club sube para el “Tango del pecado”. Sube el volumen de esa música satánica, riéndose de las críticas, la banda entona sus letras sin importarles nada. Su gente acepta el desafío sin pensarlo y el vínculo entre Calle y el público queda reafirmado cuando se suceden los halagos y cánticos de amistad entre Argentina y Puerto Rico.

“Ella es”, “Sin exagerar” y “Cabe o-o” son también parte de la noche junto a “Japón”, ese divertido tema donde definen las características y rasgos típicos de los orientales y se preguntan ”que pensarán de nosotros en Japón”.

El final llega con más aplausos, gritos y baile cuando empiezan a sonar los acordes del “Atreve-te-te”, su éxito más grande. La canción loca que los llevó a la fama y los hizo salir del closet. Una noche a puro reggaeton donde no todo es diversión sino también un poco de concientización sobre los problemas del mundo.