Donald Trump se enfrenta a Taylor Swift, Madonna y Lady Gaga por los derechos LGBTQ

La cantante Taylor Swift hizo un reclamo al Gobierno en medio de los MTV Video Music Awards, mientras se espera una decisión de la Corte Suprema en tres casos resonantes

Por Canal26

Viernes 6 de Septiembre de 2019 - 11:58

Taylor Swift
Taylor Swift - Donald Trump

Donald Trump le teme más a la cantante Taylor Swift que a cualquiera de sus oponentes demócratas. Sabe que un simple mensaje a través de las redes de la cantante, reina del country pop, puede deshacerle su cuidado peinado. La joven de 29 años tiene 112 millones de seguidores sólo en Instagram.

 

El poder que le da pararse ante la audiencia que sigue el MTV Video Music Awards para recibir el premio mayor y pedir a la Casa Blanca que responda a su pedido de descartar las reformas al Equality Act, la ley federal de protección de la comunidad gay-LGBTQ. Cuando lo hizo, en enero, inmediatamente recibió el apoyo de Madonna y Lady Gaga. 

 

 
 
 
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?HAPPY PRIDE MONTH!!!? While we have so much to celebrate, we also have a great distance to go before everyone in this country is truly treated equally. In excellent recent news, the House has passed the Equality Act, which would protect LGBTQ people from discrimination in their places of work, homes, schools, and other public accommodations. The next step is that the bill will go before the Senate. I’ve decided to kick off Pride Month by writing a letter to one of my senators to explain how strongly I feel that the Equality Act should be passed. I urge you to write to your senators too. I’ll be looking for your letters by searching the hashtag #lettertomysenator. While there’s no information yet as to when the Equality Act will go before the Senate for a vote, we do know this: Politicians need votes to stay in office. Votes come from the people. Pressure from massive amounts of people is a major way to push politicians towards positive change. That’s why I’ve created a petition at change.org to urge the Senate to support the Equality Act. Our country’s lack of protection for its own citizens ensures that LGBTQ people must live in fear that their lives could be turned upside down by an employer or landlord who is homophobic or transphobic. The fact that, legally, some people are completely at the mercy of the hatred and bigotry of others is disgusting and unacceptable. Let’s show our pride by demanding that, on a national level, our laws truly treat all of our citizens equally. ????????????? Click the link in my bio to sign the petition for Senate support of the Equality Act.

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La Casa Blanca contratacó, primero mandó a responder a un subsecretario de prensa abiertamente gay. Judd Deere aseguró en el podio de la sala de los periodistas que el presidente Trump apoya "el tratamiento igualitario para todos los ciudadanos, sin discriminación alguna". Aunque argumentó que la ley contiene "píldoras venenosas" que hay que eliminar. El término "píldoras venenosas" es el que utilizan los fundamentalistas cristianos de diversas iglesias para oponerse a otorgar mayores derechos a los homosexuales. Y el último ataque estuvo en la pistola de su fiel asesora, Kellyanne Conway, que en el programa "Fox and Friends" de la cadena amiga del presidente llevó a una imitadora de Taylor Swift para burlarse de ella. La respuesta fue un aluvión de mensajes de repudio y pedidos de disculpa.


La administración Trump se llamó a silencio por unos meses hasta que la semana pasada pidió a la Corte Suprema que legalice la discriminación contra los homosexuales en el lugar de trabajo. El escrito presentado por el Procurador General, Noel Francisco, argumenta que las leyes federales que protegen a los empleados de ser marginados por su orientación sexual no se deben aplicar en el caso en que un individuo es despedido o privado de sus derechos en el lugar de trabajo debido a su preferencia sexual. Allí aparecía la esencia del concepto al que se opone la chica que vendió 50 millones de álbumes.

 

Los abogados de la Casa Blanca argumentan que el artículo VII no abarca la orientación sexual ni la identidad de género. Un concepto que revierte el enfoque adoptado por una comisión creada por la Administración del ex presidente demócrata Barack Obama, que tiene como fin garantizar la implementación de las leyes federales que prohíben la discriminación en el lugar de trabajo.

 

"No creo que los estadounidenses vayan a aceptar una decisión de la Corte Suprema diciendo que es legal despedir a Aimee porque es transgénero o Don porque es homosexual. Una decisión de ese tipo sería desastrosa, relegaría a las personas LGBTQ a un estatus de ciudadano de segunda clase. La comunidad LGBTQ ha luchado demasiado y muy duro durante 50 años como para dar marcha atrás de esta manera", fue la respuesta de James Esseks, director del Proyecto LGBT y HIV de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), la organización que luchó exitosamente por los derechos de los negros.

 

Más de 150 representantes y senadores presentaron su propio informe al máximo tribunal. "Todo este proceso no disminuye de ninguna manera la protección de la Ley de Derechos Civiles", aclaró la poderosa presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. "La comunidad LGBTQ y todos los estadounidenses tienen derecho a la plena protección de la ley, en la escuela, en el lugar de trabajo y en donde sea, dentro del territorio de esta Nación".

 

La disputa por el artículo VII representa la primera prueba de fuego sobre un importante tema social para los nueve jueces de la Corte Suprema desde que Brett Kavanaugh, el candidato conservador de Trump, se sumó al tribunal en octubre tras un tortuoso proceso de confirmación del Senado. Kavanaugh reemplazó al juez Anthony Kennedy, un conservador conocido por su apoyo a los derechos de los homosexuales, que se retiró el año pasado.

 

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