El preso más antiguo y temido del país recuperó su libertad
Un hombre de 69 años, conocido como el "loco del martillo", recuperó su libertad en las últimas horas luego de pasar 43 años y un día detenido en una cárcel ubicada en la localidad platense de Joaquín Gorina.
Se trata de Raúl Aníbal González Higonet, más conocido como el "loco del martillo", quién se declaró "inocente" apenas recuperó la libertad, pese a que estaba condenado a cadena perpetua y era reincidente.
Fuentes penitenciarias indicaron que una jueza platense decidió otorgarle el beneficio de la libertad condicional y ahora se irá a vivir con una hermana -Elsa Beatriz González Higonet, de 62 años- a una humilde vivienda de la localidad bonaerense de La Matanza.
La medida fue dictada ayer por la titular del Juzgado de Ejecución Penal número 1 de La Plata, Claudia Matilde Marengo, quien, con su fallo, "sentó jurisprudencia", explicaron los voceros.
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González Higonet, que estaba detenido en la Unidad 12 de Gorina, nunca fue asistido por un letrado hasta que en ese establecimiento carcelario conoció a un interno (Ariel García) que logró recibirse de abogado.
"El loco del martillo", que nació un 11 de noviembre de 1937, ostenta un récord y mil historias: era el preso más antiguo de todo el sistema penitenciario del país.
Fue detenido en 1963, cuando tenía 25 años y se dedicaba a la albañilería.
Antes había estado preso en la Unidad número 1 de Olmos, durante tres años, acusado por robos menores.
González Higonet, que salió anoche de la cárcel de Gorina, había sido condenado el 11 de noviembre de 1963.
Allegados al caso, que lo convirtió en una verdadera "leyenda viviente", indicaron que los distintos juzgados por donde pasó la causa le rechazaron la libertad condicional desde el año 1983.
"Y él siempre insistió en que era inocente y que debió aceptar la culpabilidad cansado de los tormentos a los que habría sido sometido", relató un vocero.
El hombre estuvo detenido 36 años en la Unidad 2 de Sierra Chica, donde fue testigo del horroroso motín de Semana Santa de 1996, y también estuvo en Olmos, la Unidad 9 de La Plata y finalmente recayó en la cárcel de Gorina, que tiene un régimen semiabierto atenuado.
González Higonet se retiró caminando con la ayuda de dos bastones, ya que padece de un cuadro de hipertensión arterial y un cuadro de artrosis, aunque su resumen de historia clínica dice que su estado general "es bueno".
Según pudo saberse, el hombre fue despedido por sus 92 compañeros de la cárcel y en un futuro inmediato recibirá una pensión graciable del ministerio de Justicia bonaerense, que también le garantizará los recursos necesarios para una adecuada asistencia física y psicológica.