La ciudad “perfecta, simétrica y moderna” está en Argentina: se creó en el siglo XIX y sobre ella pesa una maldición

Planificada como la “ciudad perfecta”, hoy es una de las capitales más importantes. Pero pocos recuerdan sus orígenes plagados de misterio y superstición.
La Plata, "la ciudad perfecta"
La Plata, "la ciudad perfecta" Foto: Instagram @hotelgrandbrizo.lp

En la inmensidad del territorio argentino, más precisamente en la provincia de Buenos Aires, se encuentra una capital que hizo historia en el mundo por su planificación. Conocida como “Ciudad de las diagonales”, La Plata es lugar de mitos y leyendas que acompañan a su impresionante fundación.

La maldición que acecha a la capital bonaerense Foto: Instagram @turismo.laplata

La ciudad “perfecta, simétrica y moderna”

La ciudad de La Plata fue fundada por el entonces gobernador Dardo Rocha, quien veía en su construcción un trampolín para llegar al sillón de Rivadavia. Fue por este motivo que su relación con el entonces presidente Julio Argentino Roca empezó a romperse y la gota que rebalsó el vaso fue que nunca le avisó, sino que puso en marcha una campaña por algunas provincias usando fondos del Banco de la Provincia.

Su trazado urbano la vuelve única por ser perfectamente simétrico. Obra del ingeniero Pedro Benoit, quien ideó una cuadrícula exacta con calles numeradas, diagonales estratégicamente dispuestas y plazas cada seis cuadras. Vista desde arriba, forma un mandala geométrico que la convierte en una de las más ordenadas del mundo.

La imponente catedral Foto: Instagram @turismo.laplata

Cada avenida y diagonal no fue pensada al azar, tenía objetivo optimizar el tránsito, la ventilación y la iluminación natural. Todo esto hace que La Plata haya sido considerada como una ciudad modelo por urbanistas internacionales.

Para fines del siglo XIX, fue la primera ciudad argentina en contar con luz eléctrica pública. Entre sus principales símbolos están la Catedral de La Plata, una de las más grandes de América del Sur; el Museo de Ciencias Naturales y el Palacio Municipal.

La maldición de La Plata

La fundación tuvo lugar el domingo 19 de noviembre de 1882, cuando en realidad estaba planeado para el 23 de octubre. Pero las intensas lluvias caídas en los días anteriores inundaron las “Lomas de Ensenada”, el lugar elegido. Rocha había elegido a Roca como padrino de la ciudad, pero usó de excusa un viaje a Córdoba para no estar presente y en su defecto envió al ministro de Relaciones Exteriores, Victorino de la Plaza.

La fiesta de inauguración fue un verdadero desastre: mala organización, problemas para llegar por las inundaciones, un transporte público en falta y un catering dudoso. Todo confabuló para que surja la teoría de que Roca había metido una mano negra para que todo saliera mal.

Imágenes de lo que fue la fundación de La Plata
Imágenes de lo que fue la fundación de La Plata

La leyenda

Aquí es donde comienza el mito porque algunos aseguran que los simpatizantes de Roca, fueron a buscar a una bruja, “la Tolosana”, para que realice un rito que impidiera que Rocha llegara al sillón de Rivadavia. Aseguran que la mujer giró en sentido contrario a las agujas del reloj, tomó vino y hasta orinó en el lugar.

Dardo Rocha, Marcelino Ugarte, Bernardo de Irigoyen, Domingo Mercante, Oscar Alende, Antonio Cafiero, Eduardo Duhalde y Daniel Scioli
Dardo Rocha, Marcelino Ugarte, Bernardo de Irigoyen, Domingo Mercante, Oscar Alende, Antonio Cafiero, Eduardo Duhalde y Daniel Scioli

Quién sabe si de verdad ocurrió esto. Lo cierto es que desde aquel momento, ningún gobernador llegó a presidente: Miguel Juárez Celman asumió en lugar de Rocha; luego Guillermo Udaondo perdería contra Manuel Quintana y Bernardo de Irigoyen perdió dos veces. En el caso de Marcelino Ugarte perdió tres veces: contra Quintana, Sáenz Peña e Yrigoyen; José Crotto sufrió la intervención de la provincia en 1922; Manuel Fresco tampoco pudo y Rodolfo Moreno se acercó, pero el golpe del 4 de junio de 1943 se interpuso en sus sueños presidenciales. Mismo destino sufrieron Domingo Mercante, gobernador durante el gobierno de Frondizi, y Oscar Alende quien lo intentó en 1973 y 1983. Más en la actualidad están los casos de Antonio Cafiero, derrotado por Carlos Menem en internas, y Eduardo Duhalde, quien se presentó, sin éxito, en 1999 y en 2011. El último ejemplo fue Daniel Scioli, quien perdió en las elecciones generales del 2015.