La heladería más antigua de CABA que era visitada por Carlos Gardel: dónde queda este emblema porteño y cuál era el sabor favorito del cantante

En la Noche de las Heladerías, no hay mejor oportunidad que hablar de la más antigua del país. No solo trabaja para mantener vivo su legado, tiene el orgullo de decir que entre sus más famosos clientes se encontraba Carlos Gardel. ¿Dónde queda y cuál era el sabor favorito del cantante de tango más famoso?
Inaugurada a comienzos del siglo pasado sobre la Avenida San Juan, su primer punto de venta fue la propia casa del fundador: el italiano Francesco Saverio Manzo. Todo comenzó en 1909 cuando empezó a ofrecer al público los helados que venía elaborando para su familia y los amigos.

La heladería más antigua de Buenos Aires
En el corazón de San Cristóbal se encuentra Saverio. Un sitio por el cuál pasó el mismísimo Carlos Gardel. Fue el compositor Enrique Cadícamo quien en “Mis memorias” reveló este dato. Con 116 años, esta heladería es la más antigua de la Argentina y recibió una distinción de Afadhya (Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines).
Cuando Gardel era un cliente fijo, Saverio estaba en manos de Antonio, que a la temprana muerte de su padre tomó las riendas del negocio y lo hizo crecer. Para 1966 se mudaron de Avenida San Juan 2727 a 2816.
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El gusto de helado favorito de Carlo Gardel
Sobre la debilidad de Carlos Gardel, el actual dueño contó: “Tenemos el registro, lo escribe Enrique Cadícamo, en sus memorias. Iba a la original, a la casa de Francesco”. “Una noche el cantor nos manda a su chofer, El aviador, que en un flamante convertible Chrysler que había traído de París en su último viaje, nos lleva a la famosa heladería Saverio, donde él acostumbraba a ir”, apunta la obra del letrista.
Cadícamo completó: “Lo hallamos en una de las mesas de la vereda con Razzano. Nos recibió sonriente y afectuoso recomendándonos de entrada ‘los de limón’. “Durante el tiempo que estuvimos conversando, Gardel no dejó en un solo momento de comer helado tras helado. Al levantarnos para irnos, y luego de firmar los autógrafos a algunos admiradores, nos llevó en su auto al centro”, cerró la anécdota del ícono de la música nacional.

Tres locales históricos para disfrutar en la Noche de las Heladerías
Cadore
Ubicada sobre la tradicional avenida Corrientes al 1600, que se quedó con el cuarto puesto en el ranking mundial en 2025. Esta heladería porteña, con más de seis décadas de historia, combina técnicas tradicionales con toques modernos y sigue siendo atendida por descendientes de sus fundadores.
Nació 1957, fundada por una familia italiana y fiel a las recetas originales, sin aditivos y con materias primas frescas. Sud ulce de leche es cocido lentamente durante 14 horas y es tan clásico en la famosa avenida como las pizzas de Banchero y Güerrin. Otro imperdible es el sambayón con vino Marsala o la crema americana.

El pistacho siciliano, crema chai o naranja con jengibre son los sabores que demuestran que la innovación puede convivir con la tradición sin traicionarla.
En 2017, National Geographic la incluyó entre las diez mejores heladerías del planeta. Desde entonces, su fama es mundial.
Sandro
Original de Liniers hace medio siglo. Fue fundado por Alejandro Tedeschi, quien había llegado desde Nápoles en los años cincuenta. En 1966 abrió su propio local y con el tiempo, se convirtió en un clásico de la parte oeste de CABA.
Con materia prima de calidad y atención cercana, nunca permitió que el espíritu artesanal muera. Los sabores de siempre son la crema rusa o los quinotos al whisky, a eso sumarle los más modernos como el chocolate con almendras, elaborado con frutos secos tostados y acaramelados en el propio local.
Cuenta con locales en Versalles y Villa Luro, siendo el favorito para los vecinos.
- Locales: Arregui 6101 y Av. Juan B. Justo 8202
Helados Pocho
Abrió en 1952, ya fines del 2022 celebró los 70 aniversario. Hoy el local quedó en manos de la familia de Rubén “Pocho” Emede, con la tarea de seguir con su legado.
Abrió primero adelante de su casa, en Fasola al 800, a pocos metros de la esquina donde hoy permanece la heladería, una despensa donde vendían galletitas, lácteos, bebidas y solo dos o tres gustos de helado como crema, chocolate, limón. Por el éxito de este último producto decidieron quedarse con ese negocio.

Hoy, a pocos metros de la avenida Presidente Perón, varios gustos característicos de esos que “nadie cambia por nada”. A los tradicionales gustos frutales, los chocolates, la variedad de sambayones, las diferentes cremas y muchos gustos más, hay uno que hoy es furor y es Pino Pingüino, una deliciosa crema chantilly con nutella.


















