Las armas más temibles de Rusia: espías, adolescentes manipulados, Telegram y criptomonedas para desestabilizar a Europa

Desde 2022, al menos 12 menores en Europa fueron arrestados por espionaje o sabotaje vinculado a Rusia.
Adolescentes cooperan con el Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia a través de Telegram.
Adolescentes cooperan con el Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia a través de Telegram. Foto: via REUTERS

Que Rusia es el enemigo máximo de Occidente no sorprende a nadie: la guerra que mantiene con Ucrania mantiene a toda Europa preocupada. Pero el arsenal del Kremlin va mucho más allá de tanques, misiles y soldados.

En los últimos años, Moscú perfeccionó un modelo de guerra híbrida que combina herramientas digitales, operaciones de inteligencia y manipulación social. En ese contexto, Telegram, adolescentes vulnerables y criptomonedas se convirtieron en armas tan eficaces como un dron kamikaze.

Laken Pavan, uno de los adolescentes clave para la nueva guerra encubierta de Rusia. Foto: via REUTERS

Ahora, la expulsión de agentes rusos tras la invasión de Ucrania obligó a Moscú a renovar su red de espionaje. En su lugar, el país presidido por Vladímir Putin recurre a adolescentes vulnerables, como el canadiense Laken Pavan, detenido en Polonia por colaborar con el Servicio Federal de Seguridad de la Federación de Rusia (FSB).

Pavan fue reclutado en Donetsk y operaba bajo las órdenes de un agente ruso identificado como “Slon”. A través de Telegram y con pagos en bitcoin, fue instruido para recabar información militar en Europa.

El adolescente confesó a la policía polaca su implicación en actividades de espionaje. Las autoridades europeas advierten sobre un patrón: el FSB usa jóvenes por su bajo perfil, facilidad de manipulación y situación económica, en una ofensiva encubierta que combina sabotaje, desinformación y presión psicológica.

Rusia recurre a Telegram y Bitcoin para un espionaje eficaz

La elección de plataformas como Telegram permite al FSB mantener la comunicación con jóvenes como Pavan sin ser detectados fácilmente. Además, el uso de criptomonedas garantiza el anonimato de las operaciones.

Asimismo, se identificó una billetera digital que financió a Pavan y procesó más de 600 millones de dólares desde 2022.

Para ocultar su paradero, Pavan incluso perdió intencionadamente su pasaporte. Su historia está marcada por promesas de ciudadanía rusa o amenazas de muerte si no colaboraba.

Mientras tanto, Moscú niega las acusaciones y acusa a Occidente de apoyar al “terrorismo ucraniano”.