Suiza, el país con más búnkeres del mundo: cómo se prepara ante una posible guerra mundial

Con una ley que garantiza refugio para todos sus habitantes desde 1963, la nación europea cuenta con más de 370.000 búnkeres nucleares distribuidos por todo su territorio.
Un búnker por dentro, capaz de soportar cualquier tipo de ataque moderno.
Un búnker por dentro, capaz de soportar cualquier tipo de ataque moderno. Foto: Unsplash.

Probablemente, Suiza sea uno de los mejores países y más seguros del mundo. Sabida es su neutralidad en los distintos conflictos armados que hubo a lo largo de la historia, pero además de eso, le suma medidas precautorias ante cualquier escalada bélica que pudiese darse, con el fin de proteger a toda costa a sus ciudadanos.

En ese sentido, una ley que data del año 1963 garantiza que todos los suizos tengan asegurados un búnker antinuclear “en caso de que se produzca un conflicto armado o un desastre nuclear”.

Suiza empezó a restaurar sus búnkeres nucleares de la Guerra Fría. Foto: Reuters
Búnker suizo. Foto: Reuters

Estos búnkeres están excavados en la profundidad de la dura roca de los Alpes, en donde se extiende una laberíntica red de túneles que pueden ser usados por civiles y militares y que dan cuenta de lo antes expuesto. La seguridad para los suizos no es cosa de improvisación.

Incluso, también tienen en cuenta el hermetismo: y es que las entradas a esta red de túneles muchas veces están camufladas en los bosques, con diminutas puertas que apenas se ven para no ser percibidas con facilidad, o en otros casos, están camufladas tras casas que en realidad fingen serlo.

Suiza: el país con más refugios per cápita del mundo

Poco más de 8,5 millones de habitantes, 26 cantones con autonomía notable, tres idiomas (sin contar el romanche), historia de neutralidad, paisajes de cuento de hadas y la mayor cantidad de refugios per cápita del mundo, con un total de 370.000: eso es la Confederación Helvética, más conocida como Suiza.

Esta ley de 1963 garantiza que todos sus habitantes, incluidos los extranjeros, tengan asegurado refugio en caso de necesitarlo.

El espacio para cada persona tiene que ser no menor a un metro cuadrado. Además, se debe garantizar que tienen que estar ubicados a 30 minutos como máximo desde cualquier hogar en Suiza, 60 en el caso de que sea una zona montañosa.

Hay que tener en cuenta que, por cuestiones prácticas, la mayoría de los suizos y extranjeros viven en departamentos que ya están equipados con sus propios búnkeres. Pero si el edificio no contase con ellos, existen instalaciones públicas que vienen a suplir esta deficiencia.

De más está decir que estos refugios están equipados con todo lo necesario para sobrevivir a un conflicto armado en el país o en un país vecino, además de ser resistentes a las armas actuales: ofrecen protección contra cualquier ataque nuclear, químico o biológico, además de las armas convencionales.

La existencia de esta red de túneles se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando Suiza quedó enclavada en medio de la Alemania nazi y la Italia fascista, además de los avances de las potencias europeas por retomar el control y la paz en el Viejo Continente.

Suiza empezó a restaurar sus búnkeres nucleares de la Guerra Fría. Foto: Reuters
Búnker suizo. Foto: Reuters

Hoy día muchos de esos búnkeres son utilizados como despensas, bodegas e incluso como restaurantes o museos. Empero, en caso de ser de vital necesidad su uso, las personas tendrán dos días para reacondicionarlos y utilizarlos para su verdadera función. Y es que, en definitiva, sin bien hoy se usan muchos de ellos para otras cosas (para no quedar abandonados) su estructura nunca se vio modificada, por lo que su acondicionamiento en caso de guerra sería muy fácil de hacerlo.

Mientras tanto, “ante la evolución de la situación de seguridad mundial”, el gobierno suizo busca actualizar su red de refugios y prevé una inversión de 250 millones de dólares para modernizarlos, garantizando que los búnkeres estén operativos y disponibles en caso de emergencia.

Las autoridades aclararon que estas mejoras no representan una preparación para un conflicto bélico, sino una medida orientada a fortalecer la seguridad pública.

Un ejemplo más de que Suiza es -sin dudas- el país más seguro para vivir.