Terremoto en Kamchatka, Rusia: cuáles fueron los más fuertes de la historia
El terremoto de la península rusa de Kamchatka, al Este del país, fue el octavo de mayor magnitud que se ha registrado en la historia en el mundo, con una intensidad de 8,8 y una profundidad de 20,7 kilómetros, solo superado este siglo por el acaecido en Tohoku -Japón- que tuvo una intensidad de 9,1 en el año 2011.
El terremoto de esta jornada generó un tsunami que ya tiene implicancias en diferentes costas del océano Pacífico, impactando en diferentes países.
El sismólogo John Townend, catedrático de Geofísica en la Universidad de Victoria en Wellington (Nueva Zelanda), señaló que el terremoto de magnitud 8,8 ocurrido cerca de Kamchatka es el mayor registrado en el mundo -este siglo- desde el terremoto de magnitud 9,1 de Tohoku en 2011.
Townend, en declaraciones facilitadas a los medios por el Science Media Center (SMC), precisó que el terremoto tuvo lugar en la zona de subducción bajo la península de Kamchatka, donde la placa del Pacífico se desplaza hacia el oeste-noroeste unos 75 milímetros cada año.
También podría interesarte
El terremoto de este miércoles tuvo un antecedente del pasado 20 de julio cuando también se produjo un sismo de magnitud 7,4 que ahora se lo reconoce como una “réplica anticipada”.
Los 10 terremotos más fuertes de la historia
La catástrofe natural ocurrida este miércoles en Rusia abre la puerta a recordar cuáles fueron los movimientos telúricos más intensos de la historia. A continuación, el detalle:
- Biobío, Chile, 1960: tuvo lugar un terremoto de magnitud 9,5 que devastó el centro y sur del país. Es el mayor registrado en la historia y murieron 1.600 personas, la mayoría a causa del tsunami que prosiguió.
- Alaska, Estados Unidos, 1964: tuvo una magnitud de 9,2. Murieron 130 personas también por el terremoto y el tsunami posterior. Hubo deslizamientos de tierras y olas gigantescas que generaron inundaciones. Además, se registraron gran cantidad de réplicas las semanas siguientes.
- Sumatra, Indonesia, 2004: se dio un terremoto de magnitud 9,1 al que le siguió un devastador tsunami que afectó al Sudeste Asiático y el Este de África. Se estima que aproximadamente murieron 230.000 personas y solo en Indonesia se registraron 167.000 muertes, donde comunidades enteras desaparecieron.
- Tohoku, Japón, 2011: un terremoto de 9,1 y un posterior tsunami afectó a las costas del Noroeste del país nipón. El tsunami impactó directamente en la central nuclear de Fukushima. Hubo 18.000 muertes y también un grave accidente nuclear con fusión en tres reactores.
- Kamchatka, Rusia, 1952: también esta región rusa se vio afectada a mediados del siglo pasado, con un sismo de magnitud 9,0. Si bien no se reportaron víctimas mortales, sí se provocó un tsunami que afectó hasta a Hawái, con olas de hasta nueve metros de altura.
- Biobío, Chile, 2010: fue otro potente terremoto en la misma región chilena, de magnitud 8,8, donde también la capital -Santiago- se vio afectada. Duró apenas un minuto y medio, y generó un tsunami que mató a más de 500 personas.
- Esmeraldas, Ecuador, 1906: en aquella oportunidad el terremoto también fue de 8,8. Junto con el tsunami posterior hubo alrededor de 1.500 muertes. Los efectos se sintieron a lo largo de la costa centroamericana y Hasta San Francisco y Japón.
- Kamchatka, Rusia, 2025: el de este miércoles también tuvo una magnitud de 8,8 y gran cantidad de réplicas. Aún se desconocen datos oficiales acerca de sus consecuencias.
- Islas Rat, Alaska, 1965: nuevamente Alaska fue el epicentro de un terremoto de 8,7 de magnitud. Luego se dio un tsunami con olas de hasta 11 metros. Solo hubo daños menores.
- Tíbet, 1950: por lo menos murieron 780 personas en este movimiento telúrico de magnitud 8,6. Decenas de aldeas quedaron destruidas. Los deslizamientos bloquearon el río Subansiri que cuando se liberó, se generó una ola mortal de siete metros.
Según la directora del Centro para la Sostenibilidad de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), Caroline Orchiston, la zona no tiene una población tan grande, por lo que no se esperan daños importantes a personas ni a propiedades locales.