Daniel Quintero, el alcalde que divide a Medellín

El alcalde de Medellín acumula denuncias y marca cada vez más su estilo polémico con un gran protagonismo a través de las redes sociales.

Por Canal26

Lunes 17 de Octubre de 2022 - 19:27

Daniel Quintero Calle, foto Twitter @QuinteroCalleDaniel Quintero Calle. Foto: Twitter @QuinteroCalle

Daniel Quintero, alcalde de la ciudad de Medellín tiene un estilo propio, polémico que parece extremar posiciones. Esta semana anunció en twitter que se abrió una cuenta en Be Real, nueva red social donde se comparten imágenes sin filtros: lo más “real” posible. Las reacciones de los usuarios en redes abundan, tanto en positivo como en negativo. El estilo twittero del alcalde es algo que caracteriza todo su estilo.

Al principio, su propuesta como candidato fue la de ser una “opción independiente” de los poderes políticos más tradicionales. Sin embargo, también ha sido conocido por tener varios cambios de cuadros en su pasado: estuvo en el Partido Liberal y en el Partido Conservador. Luego, fundó el Partido del Tomate (inspirado en indignación y la idea de “tomatazos”). Militó en el partido Verde y también trabajó para Juan Manual Santos.

En un principio, la sociedad pareció festejar su llegada: se trataba de un alcalde muy joven, moderno y que evitó que triunfara el “uribismo” en Medellín, una ciudad en donde tiende a ganar la derecha.

Pero Quintero también tiene denuncias y escándalos atrás, como la de ser suspendido de su cargo por apoyar abiertamente – a través de sus redes sociales- en la campaña del Pacto Histórico, la alianza de izquierdas encabezada por Petro: “El cambio en primera”, decía en Quintero en mayo, “¿Quién me sigue?”. Un verdadero debate político siguió a todo esto.

 

El perfil de Quintero

Tiene 42 años y creció en el Tricentenario, un barrio sencillo de la ciudad e hizo la carrera de ingeniería electrónica en la universidad pública. De joven vendía postres y estudiaba. Su madre había muerto y Quintero quedó solo con sus dos hermanos.

Así, apoyado en su historia personal, su campaña estuvo basada en sus logros, historia de superación y en la importancia de la educación en las clases populares. “¡Y aprendí a vender!, decía Quintero en una entrevista de la Revista Bocas.

Los que lo rodean dicen que es una persona cálida y un buen jefe pero destacan siempre su gran habilidad para “vender relatos”: “Es como Scheherazade, de Las Mil y una Noches: echa un cuento tras otro”, dice al periódico El País, Sebastián Trujillo. Uno de esos relatos es que una élite empresarial se robó la ciudad durante años y él llegó para salvarla:

Luego de una época difícil de terrorismo en Medellin, en la ciudad se instaló un esquema de alianza entre los sectores público, privado y la academia. Los empresarios de distintos cuadros políticos integran las mesas directivas de las entidades públicas.

El alcalde cuestionó este esquema diciendo que el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), grupo de empresas con participaciones accionarias cruzadas y que hace al grupo más más importante del país, funciona como un cartel de la mafia. Esto sucede en momentos en que el banquero Jaime Gilinski disputa con los empresarios antioqueños por el control del GEA.

Entre sus peleas más grandes, también está Hidroituango, un enorme proyecto de energía para Colombia. Medellín es accionista:

En 2020, el alcalde demandó al Consorcio Generación Ituango, integrado por constructoras de Medellín y encargado de la obra, por 9,9 billones de pesos (cerca de 2.000 millones de dólares). Dijo que el Consorcio causó un retraso en la entrada en operación de la obra y millonarios sobrecostos. “Argumenté el colapso del túnel (en 2018), produjo la reducción de la calidad de los materiales, violación a las normas ambientales, cambio de diseños. Los responsables fueron condenados por la Contraloría y ya están imputados por la Fiscalía”, dijo Quintero. “Las ratas quieren que se caiga Hidroituango”, tuiteó. Ese año (2020), al comenzar la polémica, Quintero pronunció una frase que pareció marcar su estilo: “Para hacer lo correcto no hay que pedir permiso”.

El exfuncionario de Quintero, Sebastián Trujillo dijo al periódico El País, que reconoce que el modelo empresa - Estado - universidad está “algo desgastado”, pero admite que ayudó a la ciudad. Afirma que el alcalde es un buen jefe, inteligente y “un hombre paradójico porque desnuda muchas verdades (como la inequidad de años), pero también impone muchas mentiras”. Es un estratega de comunicaciones que “en lugar de hacer consensos se ha dedicado a generar conflictos, dividir y a consolidar un bloque económico a favor de sus aspiraciones futuras”, aseguró al El País.

Según Piedad Restrepo, directora de la veeduría Todos por Medellín, el alcalde tiene un carácter autoritario, “No le interesa gobernar la ciudad sino dividir, estar en redes sociales generando tendencias. En la práctica no le interesan las consecuencias de su desgobierno”, dijo al mencionado periódico español.

Medellín dividida

En las encuestas aparece poco más del 50 % de aprobación o simpatía por su gestión. Este número traduciría una sociedad dividida. Desde el lado positivo, una de las cosas por las que la gente le reconoce es el avance en la construcción de la tercera línea de metro de Medellín. Consiguió el apoyo no solo técnico sino también fiscal: 70% de los recursos. También el plan de entrega de computadoras para niños de bajos recursos con el objetivo de reducir la brecha tecnológica y digital.

“Un dato potente a resaltar con respecto a 2019 es la reducción de homicidios 45%. Mi periodo ha sido el de menos homicidios en la historia”. “En 2021 ningún menor de 14 años fue asesinado. No ocurría hace 40 años”, dice el alcalde al El País.

Personalidad y estilo

Su gran habilidad para el manejo de los discursos y de las herramientas digitales es algo que lo destaca. Esto –y así lo marca la opinión pública- lo lleva a un estilo millenial con un gran manejo del “show” mediático, no en cambio en la resolución de las cosas, a otros niveles. Una persona de su entorno que es clave y que comparte su estilo digital, es Esteban Restrepo, quien también es amigo del alcalde. 

También el apoyo de medios ha sido fundamental para Quintero. El portal “El Armadillo” demostró que se pagó una pauta de 500 millones de pesos (más de 100.000 dol) a la esposa, el hermano y una empleada del congresista Alejandro Toro: todos son representantes legales de medios de comunicación recién creados que validan las ideas de Quintero.

“Somos una Alcaldía mediática, sí, y aprovechamos tendencias para poder estimular y para poder posicionar programas de gobierno” le dijo Quintero a El País en mayo pasado cuando la Procuraduría lo suspendió por el video en donde daba su apoyo al actual presidente Petro (prohibido por ley).

“Hay una Colombia muy grande esperando por liderazgo”: así contestó cuando un periodista de Semana le consultó sobre las elecciones presidenciales de 2026. Una frase que demuestra su gran manejo del discurso.