"Elegir el final de la vida es un derecho fundamental": un italiano debió viajar a Suiza para recibir la eutanasia

El hombre no tuvo opción ante la imposibilidad de recibir la muerte asistida en su país. "Habría preferido morir en su casa", dijo su hija.

Por Canal26

Viernes 25 de Noviembre de 2022 - 15:27

Eutanasia, ReutersFoto de archivo, Eutanasia. REUTERS.

Un italiano de 82 años enfermo de párkinson atípico, recibió la eutanasia en Suiza, donde viajó acompañado por el activista Marco Cappato ante la imposibilidad de recibir la muerte asistida en su país.

"Habría preferido morir en su casa acompañado de sus seres queridos", aseguró su hija, Francesca, en un vídeo.

El hombre se llamaba Romano y había solicitado ayuda para viajar hasta Suiza para morir, ya que la legislación italiana no contempla esa posibilidad porque aún no dependía de un tratamiento de soporte vital.

Ana Estrada, eutanasia, Foto El Periódico de Perú

Te puede interesar:

Murió Ana Estrada, la primera paciente a la que el Estado peruano le aprobó la eutanasia

"Derecho fundamental"

Su esposa calificó de "consciente y responsable" la decisión de su pareja e insistió, en declaraciones a los medios, en que "elegir el final de la vida es un derecho fundamental".

"Mi marido padece una grave enfermedad neurodegenerativa, una forma muy agresiva de párkinson que le ha paralizado completamente las extremidades y que le ha producido una disfagia muy severa que pronto le llevará a la alimentación forzada", detalló.

Con el paciente viajó el activista Marco Cappato, un integrante de la Asociación Luca Coscioni que ya ha ayudado a otros pacientes a desplazarse a Suiza para recibir el suicido asistido.

Muerte asistida en Italia, EFE

Te puede interesar:

Muerte asistida: enfermo autorizado en Italia elige sedación para morir

El activista que lo acompañó se audenunciará

Tras cumplirlo, Cappato confirmó que se autodenunciará, como ya hizo en otras ocasiones, la última en agosto, tras acompañar a una enferma de cáncer de pulmón que quería someterse a la eutanasia después de que los médicos le diagnosticaran unos meses de vida.

En Italia se permite en algunos casos el suicidio médicamente asistido gracias a una sentencia del Tribunal Constitucional del 2019 que zanjó un proceso contra el propio Cappato, exponente también del Partido Radical italiano.

El texto indica que la muerte asistida es "posible y lícita" cuando "el enfermo que lo solicita se encuentra afectado por una patología irreversible, fuente de sufrimiento físico o psíquico intolerable, plenamente capaz de tomar decisiones libres e informadas y mantenido con vida mediante tratamientos de soporte vital".

Sin embargo, Romano no entraba en esa descripción porque, aunque se encontraba postrado en la cama y con "fuertes dolores musculares" según la asociación, no necesitaba estar conectado a tratamientos de soporte vital, tal y como dicta la sentencia.

La batalla de "desobediencia civil" de Cappato empezó cuando ayudó a morir en Suiza a Federico Carboni, un tetrapléjico de 44 años que se convirtió en el primer italiano en someterse a esta práctica.

Acto seguido inició un proceso judicial contra Cappato por acompañarle a la clínica suiza, pero no solo quedó absuelto, sino que derivó en el cambio de legislación con el veredicto de 2019 del Constitucional, que tumbó el artículo del Código Penal (580) que hasta entonces consideraba lo contrario.

El activista denunció hoy que todavía haya personas que no puedan morir voluntariamente en su propio país por no entrar en los supuestos contemplados: "Es indigno que un país tolere la muerte en el exilio y con clandestinidad", lamentó en un comunicado.

Notas relacionadas