Cómo “revivir” una planta moribunda: consejos y paso a paso para darle una segunda vida a tu jardín

Las hojas caídas, macetas secas o los tallos flácidos son algunos de los síntomas de una planta moribunda. A pesar de esta situación, no siempre significa que la misma esté condenada a su “muerte”.

Justamente, con unos simples cuidados bien aplicados, es posible volver a verla crecer rozagante en el jardín de tu hogar. A continuación, la guía y los pasos para darle una segunda oportunidad.
¿Cómo revivir una planta moribunda?
Paso 1: diagnóstico urgente
- Hojas amarillas y caídas: suele ser exceso de agua o falta de luz.
- Hojas secas o quebradizas: puede ser falta de riego, baja humedad ambiental o mucho sol directo.
- Hojas negras o con manchas blandas: es probable que haya un hongo o podredumbre por exceso de humedad.
Paso 2: revisar las raíces

- Raíces blancas y firmes: están sanas.
- Raíces marrones, blandas o con mal olor: hay pudrición.
Si están podridas, hay que cortar las partes afectadas con una tijera y dejar la planta en reposo unas horas para que cicatrice. Luego, trasplantarla en sustrato aireado y seco.
Paso 3: cambiar el sustrato
En muchas ocasiones, la tierra vieja está compactada, mal drenada o sin nutrientes.
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Paso 4: agua, luz y paciencia

Una vez trasplantada, no la riegues enseguida. Esperá 24 a 48 horas para evitar que el exceso de humedad dañe las raíces recién cortadas. Luego, regá solo cuando el sustrato esté seco al tacto.
Ubicala en un lugar luminoso pero sin sol directo, especialmente si está débil. Evitá moverla seguido: las plantas estresadas necesitan estabilidad.
Paso 5: estimular el rebrote
Una vez estabilizada, podés estimularla con un fertilizante suave, como compost líquido o extracto de algas, cada 15 o 20 días. También, se puede pulverizar sus hojas con agua para elevar la humedad, sobre todo en interiores secos.
A pesar de todo esto, si la raíz principal está completamente muerta, o si el tronco está hueco y quebradizo, es probable que no haya vuelta atrás. Sin embargo, si hay una rama verde, aún hay esperanza.