Ni madreselva ni Rosa banksiae: la planta trepadora y rústica que transforma cualquier espacio en un paraíso floreado
Además de largar un aroma que envuelve cualquier jardín, es muy fácil de cuidar. Es la predilecta de los paisajistas y se adapta a distintos climas. Conocela en la nota.

Buscar una planta terpadora que resista cualquier época del año, que sea decorativa y de bajo mantenimiento es posible gracias al Jazmín de leche, una de las mejores opciones de los paisajistas para llenar de flores los jardines.

Conocida también como Trachelospermum jasminoides, esta planta tiene una belleza natural, sumada a su capacidad de adaptarse a distintos climas, lo que la convierte en una favorita tanto de los jardineros profesionales, como de quienes recién comienzan a experimentar con plantas.

Originaria del sudeste asiático, el jazmín de leche se caracteriza por su follaje perenne —hojas verdes y brillantes todo el año— y sus flores blancas estrelladas que brotan en primavera y verano, con un perfume dulce y persistente que recuerda al jazmín común.

Aunque no pertenece al mismo género que el clásico Jasminum, comparte su fragancia y su aspecto delicado, pero con mayor rusticidad y menor exigencia de cuidados.
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Una de las principales virtudes del jazmín de leche es su adaptabilidad: crece tanto al sol como en media sombra y soporta sin problemas los cambios de temperatura, el viento y breves períodos de sequía. Esto la hace ideal para jardines urbanos o balcones expuestos.

Jazmín de leche: la planta versátil que decora los jardines más exigentes
Esta especie puede plantarse directamente en tierra o en macetas grandes, pero lo más importante, es guiar sus ramas sobre las pérgolas, las rejas o los muros para que comiencen a trepar y creen un efecto pared verde natural. Además, este jazmín tiene otras ventajas que la hace única:
- Bajo mantenimiento: no requiere poda frecuente, solo una limpieza ocasional para mantener su forma.
- Resistencia: tolera heladas leves y climas calurosos sin perder su follaje.
- Decorativa todo el año: incluso sin flores, su follaje denso y brillante aporta color y textura.
- Aliada del ecosistema: sus flores atraen abejas, mariposas y polinizadores, favoreciendo la biodiversidad urbana.

Cuidados básico para disfrutarla en su máximo esplendor:
- Regala con moderación, dejando secar la tierra entre riegos.
- Usá un sustrato bien drenado y rico en materia orgánica.
- Fertilizá en primavera con abono equilibrado o compost.
- de las heladas intensas durante los inviernos más fríos.
Con su aroma inconfundible, su crecimiento vigoroso y su aspecto siempre verde, el jazmín de leche es una opción versátil y elegante para transformar paredes vacías, ocultar alambrados o simplemente llenar de perfume el aire de tu jardín. Una planta rústica, hermosa y agradecida que convierte cualquier rincón en un pequeño paraíso natural.

















