Lindos, pero poco recomendados: las razas de gatos más difíciles para adoptar, según los veterinarios
Algunos felinos pueden tener enfermedades hereditarias o necesidades especiales que no todas las familias pueden sustentar. La sugerencia de los expertos.

Los gatos son una gran compañía y tienen mucha personalidad, se adaptan fácilmente al ritmo del hogar y hasta cuidan de nuestros niños y otras mascotas. Sin embargo, muchas razas populares esconden enfermedades hereditarias, deformidades dolorosas o necesidades de cuidado intensivo.
Por este motivo, antes de elegir “por apariencia”, expertos sugieren evaluar los riesgos y optar por criadores responsables o adopciones más saludables. Y si bien es cierto que adoptar un gato suele ser una decisión que está guiada por la emoción, lo cierto es que no todas las razas son igual de saludables.

De hecho, detrás de las características físicas más buscadas (ojos tiernos, caras planas y patas cortas), existen ciertas predisposiciones que pueden provocar tratamientos costosos y una menor calidad de vida del animal.
Gatos: cuáles son las razas poco recomendadas por los veterinarios
Birmano: belleza con riesgo cardíaco
El Sagrado de Birmania es conocido por su pelaje sedoso y sus ojos azules, pero tiene una alta incidencia de miocardiopatía hipertrófica (HCM), una enfermedad cardíaca hereditaria.
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Aunque los criadores serios realizan test genéticos y ecocardiografías, el riesgo nunca desaparece por completo. Las familias que adoptan Birmans deben considerar controles cardiológicos regulares y un seguimiento de por vida.

Munchkin: patas cortas, problemas largos
El Munchkin es famoso por sus patas extremadamente cortas, resultado de una mutación genética. Aunque su aspecto suele generar ternura, esa misma alteración está asociada a deformidades de columna, lordosis, artrosis temprana y movilidad reducida.
Muchos ejemplares requieren controles veterinarios frecuentes, radiografías y medicación para manejar el dolor. La expectativa de vida también puede verse comprometida. Quienes eligen esta raza deben prever tratamientos continuos y costos elevados.
Scottish Fold: orejas dobladas, cartílagos enfermos
El atractivo principal del Scottish Fold —sus orejas plegadas— se debe a una osteocondrodisplasia, una enfermedad del cartílago. La mutación afecta no solo las orejas, sino también articulaciones, columna y cola.
La consecuencia suele ser dolor crónico, rigidez, cojera temprana y degeneración progresiva, incluso en gatos jóvenes. Es una de las razas más cuestionadas desde el bienestar animal, y en algunos países ya se limita su cría debido al sufrimiento que genera.
Persa: cara plana, cuidados intensivos
El Persa, una de las razas más populares del mundo, presenta un cráneo braquicéfalo (cara achatada) que trae consigo múltiples complicaciones como dificultades respiratorias, infecciones oculares recurrentes, problemas dentales y Poliquistosis renal hereditaria (PKD).
Entre limpiezas diarias de ojos, cuidados dentales y controles veterinarios, el mantenimiento es alto y el costo mensual considerable. Para tutores primerizos, puede resultar una raza exigente.

El “tigre doméstico”: una tendencia peligrosa
En redes sociales se viralizan videos de grandes felinos comercializados como “tigres domésticos”, pero se trata de animales salvajes incompatible con la vida en una casa. Su fuerza, comportamiento impredecible, necesidades ambientales y riesgos legales hacen que mantener uno no sea solo irresponsable, sino también peligroso para personas y animales.
Adoptar un gato es un compromiso de muchos años. Más allá del atractivo físico, la salud y el bienestar deben ser la prioridad. Informarse antes de elegir evita sufrimiento, gastos inesperados y asegura una convivencia más larga, tranquila y feliz para ambos.

















