Cómo usar el lavarropas para reducir su impacto ambiental: tips y trucos para ahorrar agua y energía en cada lavado
En Argentina, el lavado de ropa representa una parte significativa del uso doméstico de agua. A esto se suma la energía necesaria para calentarla y accionar el motor del equipo. Con hábitos adecuados, es posible reducir este consumo sin resignar limpieza ni eficiencia.

El uso cotidiano del lavarropas tiene un impacto directo en el consumo hídrico y energético del hogar. Pequeñas decisiones en cada ciclo pueden disminuir ese efecto y contribuir a una rutina más sostenible. Lograrlo no implica grandes inversiones, sino adoptar prácticas simples que aprovechen mejor los recursos disponibles.
En Argentina, el lavado de ropa representa una parte significativa del uso doméstico de agua. A esto se suma la energía necesaria para calentarla y accionar el motor del equipo. Con hábitos adecuados, es posible reducir este consumo sin resignar limpieza ni eficiencia.

Los fabricantes señalan que gran parte de la energía se utiliza para elevar la temperatura del agua. Por eso, elegir ciclos fríos o templados es una de las medidas más efectivas para disminuir el impacto ambiental del lavado.
Además, el mantenimiento del lavarropas influye directamente en su rendimiento. Un equipo en buen estado utiliza menos recursos y prolonga su vida útil, evitando residuos electrónicos prematuros.
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Un lavado más responsable y con menor impacto ambiental
Optar por lavados con carga completa es clave para evitar ciclos innecesarios. Cada lavado parcial multiplica el uso de agua y energía sin aportar mejores resultados. Clasificar la ropa permite elegir el programa adecuado y evita el desgaste de las prendas.
Seleccionar detergentes concentrados y biodegradables reduce la liberación de sustancias contaminantes en ríos y arroyos. Estos productos requieren menos cantidad por lavado, lo que disminuye el impacto químico del proceso.
Otro punto importante es ajustar la velocidad de centrifugado. Elegir un nivel medio o eficiente puede acortar el tiempo de secado natural y evitar el uso de secadoras, que consumen grandes cantidades de energía.

Medidas que bajan el consumo sin esfuerzo
El prelavado solo debería utilizarse en casos excepcionales. Para la mayoría de las prendas, no es necesario y demanda hasta un 15% más de agua. Las manchas localizadas pueden tratarse antes de ingresar al tambor.
La limpieza del filtro y del tambor garantiza que el equipo funcione sin obstrucciones, lo que disminuye el gasto energético. Un mantenimiento sencillo cada uno o dos meses mejora la eficiencia general del aparato.
Usar programas cortos o ecológicos es una forma eficaz de reducir el tiempo de funcionamiento. Estos ciclos están diseñados para optimizar los recursos sin comprometer el resultado final.
Cómo utilizar el lavarropas para reducir su impacto ambiental. Foto: Unsplash.
Consejos prácticos para un lavado más sostenible
- Lavar con agua fría siempre que sea posible.
- Utilizar detergentes biodegradables y en dosis justas.
- Elegir ciclos eco o de baja duración.
- Hacer mantenimiento periódico del equipo.
- Implementar el secado natural para evitar consumos adicionales.
- Evitar el prelavado salvo que sea estrictamente necesario.
- Realizar cargas completas y planificar los lavados para reducir la frecuencia.
La adopción de estas medidas transforma una actividad cotidiana en una acción concreta de cuidado ambiental. Cada ciclo eficiente reduce la huella hídrica y energética del hogar, al tiempo que prolonga la vida del lavarropas y disminuye gastos a largo plazo.

















