Envejecimiento y prevención: qué estudios médicos hay que realizarse después de los 55 años para detectar enfermedades a tiempo

De acuerdo con especialistas de la Mayo Clinic, mantener controles médicos regulares, aplicarse las vacunas recomendadas y adoptar rutinas de vida más saludables permite reducir el riesgo de enfermedades serias, evitar internaciones y aliviar la presión sobre los sistemas de salud.

Los controles que hay que realizarse después de los 55.
Los controles que hay que realizarse después de los 55. Foto: Freepik.

La prevención en salud se volvió clave para quienes buscan envejecer con bienestar, autonomía y una longevidad activa. Cada vez más personas incorporan chequeos y hábitos saludables como parte de una estrategia para llegar a la adultez mayor con mejor calidad de vida y menos riesgos.

De acuerdo con especialistas de la Mayo Clinic, mantener controles médicos regulares, aplicarse las vacunas recomendadas y adoptar rutinas de vida más saludables permite reducir el riesgo de enfermedades serias, evitar internaciones y aliviar la presión sobre los sistemas de salud.

Los controles médicos que cobran más relevancia en la vejez

La prevención en la etapa adulta incluye una serie de controles y evaluaciones pensadas para identificar problemas de salud de manera temprana, incluso antes de que se manifiesten.

Longevidad. Foto: Unsplash
Los controles médicos que cobran más relevancia en la vejez. Foto Unsplash.

Con el paso de los años, el metabolismo se vuelve más lento y las defensas del organismo disminuyen, lo que incrementa las probabilidades de desarrollar enfermedades crónicas, infecciones o tumores.

Por este motivo, se recomienda iniciar determinados chequeos a partir de los 55 años y sumar otros después de los 65, siempre ajustando la periodicidad y el tipo de estudio a la situación particular de cada persona.

Entre los estudios considerados prioritarios, los especialistas de Mayo Clinic incluyen la colonoscopía, la mamografía, la densitometría ósea y la ecografía de aorta abdominal. En el caso de las mamografías, la institución sugiere realizarlas de manera anual.

En adultos de más de 80 u 85 años, la periodicidad puede adaptarse en función del estado general y del beneficio esperado. Para la colonoscopía, los intervalos se determinan según los resultados previos y pueden ir de tres a diez años.

La densitometría ósea es un estudio clave para diagnosticar osteoporosis y suele repetirse cada tres a cinco años, dependiendo de los valores obtenidos anteriormente.

Los controles que hay que realizarse después de los 55. Foto: Freepik.

Por su parte, la ecografía de aorta abdominal es especialmente importante en personas con antecedentes de tabaquismo o factores de riesgo, ya que permite identificar de forma rápida y no invasiva posibles aneurismas que requieren atención.

La interrupción de los controles preventivos no se define solo por la edad cronológica, sino por un análisis más amplio que contempla la expectativa de vida, los deseos de la persona y su historia familiar.

Cuando se estima que la esperanza de vida es inferior a diez años, en ciertos casos los posibles riesgos de algunos estudios pueden resultar mayores que las ventajas que ofrecen. Por eso, cada decisión debe adaptarse a la situación particular y surgir de una conversación clara y conjunta entre el profesional y el paciente.

Vacunas como prevención

La vacunación también ocupa un lugar central dentro de la prevención. Especialistas de la Mayo Clinic destacan la importancia de la vacuna antineumocócica, que debe reforzarse cada cinco años y cuya versión más reciente, la PCV20, se recomienda a partir de los 65 años.

Vacuna. Foto: Unsplash.
Vacunas como prevención. Foto Unsplash.

Otra inmunización relevante es la vacuna contra el herpes zóster, cuya formulación actual, disponible desde 2017, disminuye de forma notable la posibilidad de desarrollar neuralgia posherpética, con una eficacia cercana al 80%.

A esto se suma la nueva vacuna contra el virus sincicial respiratorio (VSR), que ofrece protección por tres años con una sola aplicación y contribuye a evitar complicaciones respiratorias severas.

Además, la evaluación periódica de la función cognitiva y la movilidad es fundamental para anticipar caídas y situaciones de dependencia. En ese sentido, se pueden implementar anualmente pruebas simples en personas mayores de 65 años para identificar señales de alerta de manera temprana.

Hábitos saludables, la clave para envejecer mejor

Los pilares de un envejecimiento saludable incluyen una alimentación variada, actividad física regular, descanso adecuado y la disminución del consumo de tabaco y alcohol. A esto se suman el buen manejo del estrés y una rutina de sueño de calidad, ambos esenciales para conservar la salud a largo plazo.

Longevidad. Foto: Unsplash.
Hábitos saludables, la clave para envejecer mejor. Foto Unsplash.

La efectividad de la prevención se ve reflejada en los resultados: la mayoría de los casos de cáncer de mama detectados mediante controles se diagnostican en fases tempranas, lo que posibilita tratamientos menos agresivos y mayores tasas de éxito.

Del mismo modo, las personas que se mantienen activas físicamente suelen necesitar menos medicación para controlar la presión arterial o el colesterol y, en general, pasan menos tiempo hospitalizadas.